Eduardo Fernández
Tenemos todos los títulos para acudir con éxito a la Corte Internacional de Justicia. Aconsejamos al Gobierno designar una comisión de Alto Nivel para que asesore adecuadamente a nuestros abogados, en ese tribunal.
El territorio Esequibo es venezolano. De eso no existe ninguna duda.
De ese territorio fuimos despojados por un acto típico de la política colonialista del Imperio Británico en el siglo XIX.
Ese despojo no crea derechos a favor de nadie. Lo que hay que hacer es reparar la injusticia cometida contra Venezuela y reconocer nuestra soberanía sobre ese territorio.
El acto arbitrario del Imperio Británico pretendió fundamentarse con el llamado Laudo Arbitral de París. Un Laudo nulo e irrito que Venezuela nunca ha reconocido.
Ese Laudo fue dictado por un tribunal arbitral en el cual había cinco jueces. Dos británicos, dos norteamericanos y uno ruso. No había un solo árbitro venezolano. Insólito, pero así fue.
Con el Acuerdo de Ginebra se logró que la Gran Bretaña, en la presencia de representantes de la Colonia Británica de Guayana reconociera que el reclamo territorial venezolano tenía y sigue teniendo fundamento.
El éxito del Acuerdo de Ginebra se debe a una política de continuidad de la cancillería venezolana desde los tiempos del presidente Medina Angarita (1941-1945) y su canciller Caracciolo Parra Pérez, pasando por el gobierno de Rómulo Betancourt (1959-1964) y su canciller Marcos Falcón Briceño, y culminando en el gobierno del presidente Raúl Leoni y su canciller Ignacio Iribarren Borges.
Hoy los venezolanos debemos estar muy unidos en la defensa de nuestra soberanía en el territorio Esequibo. Tenemos todos los títulos para acudir con éxito a la Corte Internacional de Justicia. Aconsejamos al gobierno designar una comisión de Alto Nivel para que asesore adecuadamente a nuestros abogados, en ese tribunal.
La Justicia tiene que prevalecer.
Seguiremos conversando.