Porfirio Parada
En días como estos me quedo sin palabras. Ya en una publicación por aquí ya había escrito sobre el tema. El proceso de escritura algunas veces exige o demuestra situaciones contrarias. Me pongo a revisar historias de Whatsapp e Instagram pero no escribo, aunque lo necesite y deba hacerlo.La gran soledad o la compañía en la historias de las redes sociales. Sin embargo hay varios textos que tengo pensado escribir pero no para esta semana. Para esta semana será este texto que escribo en este momento que se va abriendo, continúa su comunión con el lenguaje de la nada y que poco a poco va tomando fuerza, cargando de oraciones de palabras. Escribiré sobre estos últimos días, momentos, fragmentos de situaciones. En un instante.
Estos días ha llovido en la mayoría de la geografía del país. Aquí en Táchira ha llovido, casi en días continuos, aunque el cielo amaga con el sol, la nubes con la neblina vuelven a bajar lo más cerca de las montañas de los pueblos y de la ciudad. He visto gente bien abrigada, también la he visto engripada, de hecho yo actualmente presento un cuadro gripal. Donde trabajo en las mañanas hacen café, ahí espero y disfruto un poco del calor. Donde trabajo también están alistando detalles para celebrar los 30 años del recinto cultural.
El Museo de Artes Visuales y del Espacio trabaja para su exposición retrospectiva de los 30 años. La corriente, el abstraccionismo. El personal trabaja en las salas, pronto las paredes donde estará la exhibición, se van a resanar y pintar. Analizan y reflejan detalles. Se escuchan ruidos y reparaciones, y martillazos en sus frágiles paredes. El museo se transforma con los artistas y profesores que también se vinculan para la exposición. Se comenta sobre el día del acto central, se trabaja en las redes sociales para que la gente sepa del día y puedan asistir. A pesar del aguacero, se han realizado visitas guiadas, clases de yoga y reuniones en el lugar, abriendo incluso el Café Manuel Felipe Rugeles del museo.
Desde el patio de la Casona 25 veía el cielo al mediodía. La lluvia era una regadera abierta y con presión. A la 1:00 pm tenía que entrevistar en el programa de La Nación Radio al cineasta Carlos Molina. Historia de un hombre entregado a la fotografía y a lo audiovisual, a las historias contadas, escritas y grabadas con actores, escenarios y guiones. Para el próximo miércoles 28 de junio en el MAVET se bautizará su más reciente obra, que es un libro fotográfico, sobre la ciudad: “San Cristóbal tres siglos en fotos”. Sentido homenaje a la ciudad y también a su propia carrera y obra artística, siendo la imagen, los espacios y la fotografía su inspiración y terreno durante su vida.
Entre la lluvia caminé desde el MAVET al Diario La Nación, sede de La Nación Radio, por el viaducto. Realmente no estaba pensando en la entrevista cuando realizaba el trayecto, pensaba en cosas de mi vida que me están pasando y que posiblemente me pasen. El soliloquio se repetía de nuevo, pensaba en voz alta mientras la ciudad transcurre. Cuando llegué, Carlos Molina me esperaba en la entrada, sentado. La entrevista también fue transmitida en vivo por el canal de YouTube del diario, la pueden ver.
Regresé al museo y al llegar me di cuenta de las primeras manifestaciones de gripe en mi cuerpo. Mientras caminaba sus pasillos se escuchaba las voces de los coros, Coro de Profesores Jubilados y por otra parte, clases particulares y en grupo por parte del tenor Javier Márquez. Su talento hace que los estudiantes se exijan, y practiquen bien las clases. Director y maestro de canto, el Coro de Cámara ensaya al lado de la policía, arriba de una escuela, entre las voces de los espacios del museo, junto a los artistas e investigadores que organizan la exposición e inauguración del viernes 30 de junio.
Me he tomado pastillas, para ver si se me pasa. Intenté iniciar esta columna de opinión con un poema que no tuvo desenlace. Tengo pensado también escribir crónicas de cine, algunas reseñas de películas, un collage de lo audiovisual mientras la vida me siga brindando oportunidades para escribir. Sobre el equipo de fútbol Táchira ya escribí, sin embargo, este domingo juegan de local. He intentado subir al Nevada para distraerme en la montaña pero la peste ahora no me deja. Vaya excusa no tan sincera. El poema es un errante, las novelas son parte del almuerzo.
El MAVET para este año reconoce la trayectoria y la creación artística de los artistas plásticos Carmen Ludene y Miguel Márquez. La orden Valentín Hernández ha sido otorgada para ellos. La periodista y colega María Teresa Amaya hace lo propio con el premio de Periodismo Cultural “Héctor Mujica”, trabaja en el Diario La Nación como en La Nación Radio, también le gusta cantar y tocar el cuatro, tiene una agrupación de niños. Y en el canal 21, el programa cultural televisivo Chikilines 21, también fue reconocido por su aporte a la historia y a los espacios culturales que ofrece la ciudad. Nos vemos el viernes 30 de junio a partir de las 3:00 en el MAVET. Sin gripe ni malestar, por supuesto.
*Lic. Comunicación Social
*Presidente de la Fundación Museo de Artes Visuales y del Espacio
*Locutor de La Nación Radio.