Asesinan a reciclador venezolano en Cúcuta
19 de abril de 2024
La humanidad toda esta preocupada. La reciente aparición del COVID-19, mejor conocido como “Coronavirus”, originada en China y propagada aceleradamente en el planeta, fue declarada por la Organización Mundial de la Salud(OMS),como pandemia por tratarse de una enfermedad epidémica que se extiende en varios países del mundo de manera simultánea.
Por estar suficientemente difundidos los detalles de esta enfermedad, la reflexión se centrará, primeramente en el ¿Por qué? su expansión por el mundo ha sido violenta e incontrolable. En segundo lugar, ¿Están preparadas las naciones para enfrentar esta crisis? Y finalmente, situación de Venezuela en el contexto referido.
En el primer caso, el Coronavirus, se inició en China el pasado diciembre y a los pocos días se expandió por Asia, Europa, África, Australia y finalmente en América. A cuatro meses aún no cumplidos, el mundo entero está realmente alarmado por su avance expansivo. Con algunas excepciones, la casi totalidad de países, hacen esfuerzos considerables para contener la pandemia que ha causado “pánico general” en la población mundial.
La amenaza de una pandemia es fulminante, declaro recientemente la directora del departamento de enfermedades emergentes de la OMS, quien agregó que la agencia había dado orientación a centros hospitalarios de todo el planeta sobre el control de la infección en caso de propagación, incluso frente a un escenario de contagio acelerado. Es decir, se tomaron medidas de prevención y control de infecciones para que los hospitales de todo el mundo apliquen las precauciones habituales. Aquí surge la pregunta: ¿Están capacitados los sistemas de salud de los países del mundo para hacer frente eficientemente a este tipo de emergencias?
Pareciera que en el grado de “eficiencia” no lo están. Ello se deduce de la rapidez del avance del virus y la lentitud de la aplicación de las medidas requeridas para responder a una emergencia de tal magnitud. La OMS, con antelación, ha dado a los países las orientaciones requeridas para ser aplicadas. Sospecho que no se les dio la importancia del caso. Muchos gobiernos aportan poco presupuesto para garantizar la salud. Es así como puede observarse la falta de atención a los servicios hospitalarios, carentes de instalaciones y equipos adecuados, insumos médicos, falta de medicinas, personal médico, enfermeras y operadores mal pagados, para complemento, escaza o nula inversión en medicina preventiva, lo que se evidencia en situaciones como la que estamos viviendo en nuestra querida Venezuela, donde quien protesta o denuncia se arriesga a ser reprimido por la fuerza pública.
El gobierno nacional,de hecho, es el responsablede la comunicaciónoficial y de las iniciativas de coordinacióncorrespondientes. Los gobiernos,en sus diferentes niveles, deben trabajar con el objeto implantar la legislación, las políticas y los recursos necesarios para la preparación, la creación de capacidad de acción y las campañas de respuesta anticipada contra la pandemia en todos los ámbitos sociales.
Las pandemias de influenza son eventos impredecibles pero recurrentes, que pueden acarrear consecuencias graves en las sociedades en todo el mundo. Desde el siglo XVI se han descrito pandemias de influenza con intervalos entre 10 y 50 años, cuya gravedad y repercusiones han sido variables.
Se desconoce el momento exacto y las repercusiones de una futura pandemia de influenza. Formular y mantener la preparación de un país constituye un desafío y acarrea el riesgo de una confianza excesiva. La preparación contra una pandemia de influenza sigue siendo incompleta en la mayoría, si no en todos los países, aunque la pandemia pueda ocurrir en cualquier momento
En Venezuela, el Sistema de Salud es pésimo y debe ser reformulado. Afortunadamente, el Libro PROYECTO PAIS Venezuela Reconciliada, formulado en el Táchira, propone, en función de la salud y bienestar social, encomienda al nuevo gobierno, post usurpación, la Reforma del sistema de salud pública, como parte fundamental del sistema de seguridad social, y conjuntamente con el sistema de educación pública, conforman la columna vertebral de la que debe ser la verdadera política social de un estado moderno. Lamentablemente, tal como ocurre en educación, nuestro sistema de salud se halla postrado. El objetivo de la reforma que se propone al país es la creación de un sistema nacional de salud para toda la población, moderno, eficiente, a costos razonables y solidariamente financiados.
Alejandro Bautista González *
*(Doctor en Cooperación Internacional, Integración y Descentralización: Los Desafíos del Desarrollo Internacional)
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19 de abril de 2024
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