Néstor Melani-Orozco
Manuel Felipe Rugeles y Teodoro Gutiérrez Calderón. 1954.
Una Noche de meditaciones y de encuentros en el año 1993, en el Club Táchira, junto al Dr. Luis Hernández, el ingeniero Alberto Roman Pernía y el pintor Jorge Belandria ¡Revivimos los recuerdos! Entonces, como voces de las reminiscencias apareció la noche de la poesía en aquel lugar donde se gestaba la sociedad de San Cristóbal. Fue de reminiscencias, desde la luz y las emociones contemplar en la dichosa ciudad de la cordialidad a los dos poetas, como si de encantos allí en el viejo Club Táchira se brindara con mil aplausos, la grandeza de la poesía en la modernidad de los siglos y la tinta de los poetas. Era 28 de agosto de 1954, entre Manuel Felipe Rugeles y Teodoro Gutiérrez Calderón. Me lo narró hace más de 40 años el insigne Profesor Pedro Pablo Paredes en la sala de mi casa gritense, entre el olor de los colores y la histórica versión de la grande y hermosa poesía de los Andes… Esa noche ante el piano de Club Táchira, Teodoro Gutiérrez Calderón entonó los cantares de «Brisas del Torbes» de Luis Felipe Ramón y Rivera, como aquel bambuco «Las Flores de mi Cafetal» más de amor «El Niño Simón» de Manuel Felipe, como su «Dorada Estación» la «Aldea de la Niebla» hasta «El Clamor de los Oprimidos» y desde la guitarra de Manuel Osorio Velasco se inició el recital entre el Director de Cultura del entonces Ministerio de Educación nacional y del poeta ganador del Festival de las Flores en Buenos Aires, Argentina, con su «Elogio de la Ignorancia» más nacía «La Mujer de las Manos Cortadas», poesía de un ensueño sefardita escrito en La Grita. Y del embrujo andino de las torres al cielo de San Cristóbal, poseedora de los aún versos del sabio Vargas Vila en el barrio de La Ermita. Entre mil aplausos la palabra convertida en oraciones poéticas y la majestad de los dos ilustres venezolanos, como fuentes del amor a las ilusiones de sus cantos y del risueño; una mujer del alma muy en las notas del negro piano. El Gobernador de aquel entonces e Hijo de Michelena: Dr. Alejandro Pérez Vivas, y el secretario general de Gobierno: Dr. Homero Moreno Orozco, ofrendaron el brindis, mientras de imágenes la Sociedad de la capital del estado hizo las reverencias. Para dejar en las memorias el pasar de los años. Un día de 1987 de mi primer regreso de Europa, fui con Agustín Coll y Rafael Eusebio Baptista a la casona de D. Luis Felipe Ramón y Rivera, allá en Caracas, y entre tanta música, el gran folclorista recordó aquella noche de los dos poetas. Me regaló el «Libro Pueblos del Táchira» ilustrado por el continental pintor Hugo Baptista. Mientras desde esta reminiscencia en los días de la Feria Internacional del Libro en este 2023, junto a mi exposición dedicada al «Quijote de Cervantes» en la Galería «Rafael Ulacio Sandoval» con la excelente curaduría del maestro venezolano Salvador Muntaner. Allí encontré el piano que fue del Club Táchira, el mismo testigo y empolvado de la noche de los dos poetas, ahora legado al Salón de Lectura, medité los secretos y abrí el corazón para escribir el recuerdo… mucho más de haber sido testigo de la creación del libro «Frontera Lirica» porque de esperanza Teodoro Gutiérrez Calderón era profesor de Literatura del Liceo Militar Jáuregui y yo muy muchacho vivía frente a su estudio en la carrera séptima de La Grita, llamada la «Atenas del Táchira» y el poeta me permitía que fuera a dibujar, mientras él en su máquina «Underwoo» escribía la poesía desde su existencia. Por esto este 28 de agosto se cumplen 69 años del encuentro de dos poetas en el recordado Club Táchira, y pareciera de olvidos en la San Cristóbal de las palabras y de las academias, se hubiese guardado en los cofres del silencio. Cuanto de honores; la poesía en un manto a la promesa de la vida y un reclamo a los dolores de los pueblos. Con la semilla a los árboles gigantes y la presencia entre lo sublime y humano. Mientras un río de nuevas generaciones deberá hacer sentir el credo de un verso y los encantos sagrados del origen latino de la manifestación de las letras. Su «Frontera Lirica» fue publicado en la Editorial Angora de Madrid, España por voluntad del ilustre cónsul en Cúcuta, Dr. Gari Altuve. Entre aromas del vino y una noche de estrellas, junto a la rosa roja guardada en los saberes de un lienzo… para que viva siempre la poesía y nunca por nada del mundo, mueran los poetas. ¡Entonces fue de Cantar de Gallos con amanecer de lluvia!
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*Artista Nacional. *Premio Internacional de Dibujo Joan Miró 1987. Barcelona. España. *Maestro Honorario. *Doctor en Arte. *En su haber el Libro «El Militante Rojo» con sus 125 obras de Teatro. * Premio Nacional del Libro 2021. *Cronista de La Grita. *Honrado con su nombre en el Salón de la Gobernación del Táchira 2022. *La Feria Internacional del Libro 2023 fue en su nombre y homenaje por su labor de creador y escritor.