El Dr. Edgar Capriles acaba de subir en las redes sociales una serie de recomendaciones para “surfear” este tsunami que ahoga en tragedia al país. El Dr. Capriles es médico psiquiatra e internista. Ha sido Presidente de Corposalud del estado Aragua y Jefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Central de Maracay.
El galeno hace un símil entre la estructura física de los edificios, con sus vigas y columnas que pueden colapsar por golpes permanentes, terremotos, corrosión, explosiones, y la estructura psíquica de los seres humanos, que igualmente puede debilitarse o quedar postrada en el suelo, lo cual se manifiesta con la depresión, la agresividad y los trastornos de ansiedad. ¿Qué sugerencias ofrece el Dr. Capriles para que los venezolanos pasemos con éxito esta marejada?
1.- Visualizar que esto va a cambiar. No debemos dejarnos atrapar por la oscuridad. Hay que ver siempre adelante la luz al final del túnel. Esto me hace recordar una de las recomendaciones que en Oratoria se manejan para el miedo escénico. Si visualizamos el éxito de nuestra intervención, si nuestra mente imagina que luego de nuestras palabras seremos aplaudidos y felicitados efusivamente por nuestra intervención, ese éxito parecerá muy cerca, fácil de conseguir. Pensemos si todos los venezolanos hacemos esta cadenas de visualización positiva. 2.- Centrarse en la solución de los problemas y no en los problemas. En este aspecto recuerdo a Rafael Santandreu, quien señala que a lo largo de nuestra existencia nos esperan interminables problemas. Nos pasamos el día en colas, buscando alimentos, sorteando enfermedades, tratando de llevar adelante el trabajo con limitaciones. Pero todos esos inconvenientes, cuyo tiempo desaprovechamos estúpidamente, no tiene el poder de amargarnos si nos enfocamos en cómo lograr superarlos. Muchas veces ya lo tenemos todo y poco lo hemos notado. 3.- Ir al encuentro de Dios. Es lo que llamamos la inteligencia espiritual, esa especial disposición por tener fe en lo trascendente, divino y excelso que nos llena el alma. Las premisas religiosas facilitan el dolor emocional, curan heridas y nos dan salud psicológica. Tenemos que encontrar sensibilidad hacia valores que van más allá de lo material. No debemos dejar de emocionarnos con la belleza natural o lo creado por el ser humano. 4.- Promover el encuentro con los afectos. Las reuniones con familiares, amigos y vecinos, por quienes sentimos amor y aprecio, así como compartir con ellos, nos hace sentir que tenemos en la vida personas por las cuales hay sentido de vivir, que a su vez son los primeros de quienes recibimos solidaridad. Esta cercanía con afectos liberan las hormonas de la oxitocina, serotonina y dopamina, que nos generan sensaciones agradables de bienestar, armonía y plenitud. 5.- Hacer ejercicio físico con regularidad. Esto mejora el estado de ánimo, disminuye el estrés y facilita conciliar el sueño. En mi caso, me he quedado sin vehículo, y repararlo me es difícil ahora. Decidí no dejarme atrapar por esta limitación, aunque me hace falta para mi movilización hacia mis ocupaciones. Esto me ha llevado a caminar con más frecuencia, cosa que no hacía antes, a pesar de que todos los médicos que he visitado por una u otra razón, lo primero que me han recomendado es el ejercicio físico, para romper mi vida sedentaria. Pues ahora le veo la parte positiva, y además caminando me detengo para ver, para apreciar cosas que antes, desde la ventana de mi vehículo, eran imperceptibles.
Continúa el Dr. Edgar Capriles orientando sobre la fortaleza psíquica para esta tragedia nacional. 6.- Reforzar las actividades de recreación. Esto implica aumentar la frecuencia de las ocupaciones o hobbies que nos agradan mucho. A mí, en particular, me place mucho leer sobre variados temas, escribir notas y artículos como el presente y divulgarlos, disfrutar de mi casa con mi familia, escuchar música instrumental, degustar de vez en cuando una bebida con amigos que me visitan, o simplemente por el solo grato placer de probarla. 7.- Tener metas claras y reales. Las metas claras se pueden medir y también reorientar. Es cierto que debemos pensar más en extraerle a la vida las oportunidades del presente y pensar que el mañana es incierto. Nadie sabe hasta cuándo va a vivir. Pero algún sentido y propósito de vida determinado tenemos que trazarnos, con el fin de percibir que estamos cumpliendo una función en este recorrido existencial. Nacimos para ganar y podemos hacernos conscientes de nuestra ilimitada capacidad. 8.- Ser tenaz en el logro de los objetivos. Hay que persistir, ser proactivos. No dejar que las primeras piedras no permitan levantarnos. Carlos Saúl Rodríguez insiste en que nuestra mente es responsable de forma directa del mucho o poco éxito que tengamos. Toda conquista o meta o cualquier signo de superación personal, va acompañado de la firme creencia y actitud de que podemos obtener el triunfo. Si decretas que es alcanzable, será alcanzable. Las victorias pasan por muchas derrotas. Pero cuanta satisfacción nos da que el objetivo lo tenemos en la mano. 9.- Tener la actitud adecuada. Se trata de la manera de cómo enfrentamos cotidianamente las dificultades. Capriles recuerda el pensamiento de su colega Viktor Frankl: “Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sentimiento.” Yo regularmente sigo en esta materia los consejos Carlos Saúl Rodríguez. Cuando creemos que las fuerzas no nos alcanzan, que todo está perdido, que no hay salida posible, es en ese preciso momento cuando tenemos que demostrar que sí podemos, donde se prueba la fuerza de nuestro espíritu y la capacidad personal para vencer los obstáculos. Más allá del conocimiento, de la educación, de las habilidades, del nombre e incluso del dinero, la actitud es lo que hace la diferencia. La actitud es la fuerza fundamental para llegar a la cima. 10.- Dedica tiempo para ti mismo. Haz para tu beneficio lo que te llena espiritual y materialmente. Date tu cariño, tu reconocimiento. Honra tus dones. Hazte diálogos internos de crecimiento. Rodríguez predica que es necesario auto-alabarse, identificando los talentos y cualidades especiales que se posee. Somos únicos e irrepetibles, con gustos, atributos e intereses que nos dan nuestra propia fisonomía y personalidad. Démonos caricias psicológicas. 11.- Lo anterior lleva a tener el control de los auto-diálogos internos. Cuidado cuando nos decimos cosas para auto-descalificarnos, para sabotearnos o ponemos trabas para lograr un propósito. Eliminemos de la caja mental “Soy un fracasado”; “Soy un perdedor”, “No voy a poder superar esta situación”; “Nunca podré ser feliz”. 12.- Hacer relajación muscular progresiva. En mi caso, con cierta frecuencia combino los ejercicios de meditación profunda, que me llevan a un estado de relajación muscular profunda, con ejercicios de respiración, abdominal, torácica y clavicular, para sentir en mis pulmones, en mi sistema respiratorio, en mis neuronas, cómo se oxigena mi vida y me hace cambiar hasta de semblante.
Los protagonistas de este tsunami creen que pueden arrasar con todo. Es posible que todavía sigan aplicando su perversidad para poner en la postración máxima a todo un país. Pero el control sobre sí mismo, sobre la solidez de ese tejido espiritual y psicológico, para no dejarnos pisotear, sólo lo tiene cada uno. Si somos millones que entrelazamos esta estructura mental, no habrá poder humano que nos doblegue. (Isaac Villamizar)
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Isaac Villamizar