Abraham Blanco *
La complejidad de nuestro tiempo es una percepción compartida en la sociedad local, nacional, latinoamericana y global. La realidad presente coloca a prueba las teorías sociales vigentes que hoy intentan con más dificultad pasar la prueba en los distintos campos de la vida económica, política, social, sanitaria, ambiental, cibernética y las múltiples áreas que conforman el entramado y tejido de los acuerdos sociales.
Si, son tiempos complejos, pero más aún son tiempos complejos de leer, interpretar y sobre todo de entender. En este contexto de incertidumbre, miedo y confusión en que la seguridad de los paradigmas e instituciones compartidas (antes aceptadas socialmente) se rompen, es natural que las familias hoy en cualquier lugar en que se encuentren sientan que se enfrentan a un mundo desintegrado y en caos. Ante esto es necesario la construcción de las ideas del cambio social.
El mejor y más explícito de los escenarios del caos y contexto de una transición es Venezuela. En esta sociedad caribeña de América del sur, con condiciones muy particulares puede leerse en comprimido toda una suma de los desafíos sociales, económicos y políticos que puede enfrentarse una sociedad. Vivimos en un proceso medianamente avanzado que ha transformado en distintas facetas lo que alguna vez fue este país y sobre todo en lo va a convertirse como sociedad. Venezuela vive la transmutación de la familia en cada aspecto de su cultura y vida económica.
¿Pero qué está pasando en América Latina? ¿Cual es la realidad de los regímenes económicos y procesos de estabilidad económica en el continente? Ante las condiciones adversas, complejas e inestables que vive gran parte de la sociedad latinoamericana se pueden hacer las mismas preguntas sobre la estabilidad de sus democracias, la viabilidad del crecimiento en sus economías y sobre todo cuál es su futuro. En todas estas disyuntivas, el caso venezolano es esclarecedor respecto a un proceso de desintegración social, económica y de identidad estado nación, que comenzó con el agotamiento y fractura de su sistema político, polarización, instituciones poco fiables y aumento de la corrupción.
Al mismo tiempo hoy el orden geopolítico global está en entredicho, las principales potencias globales de oriente junto a Rusia cuestionan la autoridad militar y moral del orden establecido por los Estados Unidos de América posterior a la segunda guerra mundial. El avance de la inteligencia artificial modifica el hacer en los trabajos y las grandes organizaciones a nivel transnacional, el sistema económico tambalea y la inflación es hoy una presencia aterradora en todo el mundo. La incertidumbre es una constante, la ausencia de un panoramas claro aqueja hoy a toda la familia planetaria, la primera, Venezuela. ¿qué podemos decir ante este proceso? Es necesario evidenciar de forma más perceptible que si existe un proceso y que nos encontramos en una transición.
Politólogo
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