Carlos Casanova Leal
Con la pandemia del covid 19, comúnmente llamado virus chino o del Partido Comunista Chino, la crisis económica y financiera mundial se vio acelerada y con ella se han revelado, políticas y prácticas que si bien es cierto a tiempo se advirtieron hoy somos víctimas de su desatención.
Es así entonces que el régimen chino a propósito de la globalización y contando con una mano de obra de muy bajo costo, estableció unas relaciones económicas y comerciales, de beneficio propio, no equiparable, de donde el beneficio no es mutuo.
El profesor Julián Pavón fue el primero en plantear “El modelo de crecimiento parasitario chino” que luego investigadores sociales y económicos determinaron su verdad. Y se funda en una relación que no es simbiótica sino en una desventaja.
La estrategia consistió en la exportación de productos con bajo costo de fabricación, y poca importación; coloca en el exterior, pero casi ningún país coloca productos en China, salvo que sean materia prima.
Para estimular esas exportaciones provoca la depreciación artificial de la moneda y logra ganar mercados, de esta forma comienza su acumulación de divisas, se trasladan fábricas a China, y comienzan operaciones a través de la banca China; para que el dinero no entre en circulación en la economía de ese país, lo usan para comprar deuda extranjera y de esta forma van ganando territorio al interior de otras naciones, comprando materias primas en países con crisis económicas, para lograr mejores precios y negocios.
China financia la instalación de fábricas y comercios fuera de su país, deben tener trabajadores chinos, tributan a China y lo convierten los bancos en divisa de ese país. En los países se instala una red, el mayorista que importa de China productos chinos, que le entrega productos al negocio de venta al detal chino con trabajadores del país, esas redes trabajan para el mismo patrón el estado chino.
Los países le aceptan a China la explotación del hombre cuando son traídos al resto del mundo a trabajar por el mismo salario que devenga en China.
Así se fueron metiendo en los países, les abrieron las puertas al producto barato y quebraron las industrias y comercios nacionales, otros como el expresidente Obama, se planteó el desarrollo desde el consumo y convirtió a los EEUU en una economía de servicios trasladándose la industria a China. Centroamérica y Latinoamérica por el complejo izquierdista antiamericano le abrieron las puertas al gigante chino y en la práctica se los comió con las deudas que sostienen. Trump se propuso la estrategia de desarrollo basada en la producción y es el retorno de la industria a los EEUU
Ahora el mundo enfrenta el dilema del derrumbamiento del sistema económico y la aparición del sistema financiero digital, donde China promueve con los grandes banqueros americanos el sistema quántico QSF, y otras naciones y líderes mundiales el sistema block chain, donde no sería necesaria la intermediación bancaria, con este último modelo se encuentra Putín quien ya decidió iniciar los arreglos del sistema financiero para tal propósito y el presidente Trump.
La juego estratégico planetario se mueve entre el mundo libre para que lo siga siendo y los que aspiran el control digital ciudadano.