Néstor Melani-Orozco
En las anotaciones encontradas en el aposento de la alacena del Hotel Méndez descritas de Julia Naranjo, entre las aún imágenes fotográficas de Luis Vivas Celis. En las gráficas y de las voces de «Pepe Grillo», quien era secretario de la prefectura y animaba los domingueros encuentros. Del diario Vanguardia de J. Morales y el recuerdo perdido en los ecos del tiempo… Porque vinieron los hechos donde muy viejos existieron labores de la pelota y desde Ramón Naranjo se propusieron los sentimientos por el beisbol caribeño detrás de los terrenos del teniente Requena en la esencia de la Escuela Nacional «Padre Maya». Lo dijo una tarde de conversaciones el Dr. Ricardo Méndez Moreno. Ya La Grita se había hecho dueña del portentoso Liceo Militar, desde la meritoria propuesta de Rómulo Gallegos a su inauguración con el general Pérez Jiménez y de cada encuentro con bates y guantes iban los muchachos a jugar en el lugar de las cuadras, tierras verdaderas de los Arellano.
Y de las voluntades de un equipo apadrinado por los peseros hacía una semilla del beisbol de allí, Miguel Méndez «Cabrito» y del maestro Ángel María Duque. Donde José Rafael Peralta trajo los implementos de Cúcuta y de cada tarde los entrenamientos, en la admiración de una pelota cocida de hilos y aserrín. Fue ver con los aromas de una guitarra a Héctor Paredes Marqués y de cada canción escuchar al notable Miguel Ángel Méndez provocando de ilusiones a La Grita hermosa… Eran de Alianzas, los muchachos y de la pertenencia que mostraban las emisoras del mundo y cuando Pablo J. Vivas y Vivas en la Radio «Parlante América» mostraba las entrevistas para manifestar la camaradería entre pueblos y al final una ceremonia con los premios… Cruzando los diez años del cincuenta en 1963. El coronel del Ejército Pablo Antonio Flores se aferra a la idea de iniciarse un equipo con el título de «Los Titanes de La Grita».
Hablando de un club en los encantos de las madrinas y las presencias aún del teniente Reyes Zumeta. El profesor chileno Sanhuesa hace de secretario y se trae a la ciudad a un grupo de peloteros para fundar el equipo de beisbol y distinguir la bandera con los otros colores del Instituto militar. Escrito en las memorias del Archivo de la Ciudad. Apareciendo la figura del jugador La Manca López, el guaireño descrito años después por Francisco Istúriz mientras pintaba los carteles del teatro Gandica. En una manifestación muy valiosa del deporte jaureguino. Entre muchos peloteros de Caracas, Maracay y Valencia. Quienes celaron los Pericos de Seboruco y manifestó La Fría, Tovar, Colón, Michelena y Lobatera. Más Rubio de Gringos educadores de un instituto americano, quienes practicaban al son de las noticias desde su cancha de pueblo. Hasta San Cristóbal. Cruzando los silencios… Pasaron los años… A los Titanes los revivió el capitán Navas. Diez años después. Mas Pablo Flores no estuvo en los años cincuenta, fue en el 63 cuando la intentona de Castro León.
Flores después sube a General. Es quien trae a muchos peloteros y en la casona de Don Francisco García Calderón los aloja, en el Llano de La Cruz. Allí habitaban algunos profesores del Liceo Militar Jáuregui. Vino Encarnación Rodríguez, el amigo y compañero de Víctor Davadillo, y desde cada saber el «Negro de Guacara» se quedó en la ciudad Primogénita; casándose con la preciosa educadora Teresa Garavito. Los Titanes casi diez años después realizaron la manifestación del beisbol de la otra ciudad de La Grita. Estando como capitán el oficial quien comandaba al Cuartel de Cazadores, en el viejo regimiento perdido como «Cuartel Junín» se renació el grupo de peloteros y muchachos, entre muchos: Pedro Mora «El Bejuco» se alistó de lanzador entrando en compromisos con otras ciudades… 1975. Alba de un retorno a «Los Titanes» más de la heredad desde 1963 en el matemático General Pablo Antonio Flores inició el canto de la pelota cuando solo en la casa de Cristo Antonio González, en la carpintería de Ramón Ovidio Mora y el almacén Gato Negro se podía contemplar en blanco y negro de la televisión a las Grandes ligas del deporte nacido en la isla de Cuba. Entre los Atlanta Braves, New York Mets, Philadelphia Phillies, Chicago Cubs, Cincinnati, Medias Rojas de New York y de los Minnesota. Hasta los Tomateros mexicanos. Fue abrir un sueño que en los años muy de inocencias los dirigentes deportivos descuidaron. Desde poder recordar a Antonio Larrazabal, quien vino a muchos encuentros desde Michelena… Han pasado sesenta y tres años verdaderos del primer Grito de «LOS TITANES DE LA GRITA» Entre las confesiones de Augusto Diaz. Del biólogo Juan Bautista Vásquez, de Néstor Apolinar Mansilla, del mánager Rafael Rincón y de las lágrimas de Encarnación Rodríguez. Y de una Grita primogénita perdida en los recuerdos. Voces eternas para un desfile con la cruz del Titanic como las delicias de la propuesta de un ideario en la casa vieja de Antonio Pacheco y las flores a Ana Rosa Croce Orozco. Donde aún camina por sus calles José Montes de Oca, ahora educador jubilado; el más vivo testigo y pelotero de la otra edad de los Titanes. Hoy de celebrar en un hijo de Seboruco. Como un ejemplo de los Titanes en Daniel García Contreras ser de las Grandes Ligas en Cincinnati… Para que viva el recuerdo del acto nupcial de los peloteros de La Grita.
*Artista Nacional. *Cronista de La Grita. *Maestro Honorario. *Doctor en Arte.