Expresaba Nicolás Maduro, en su presentación en la Asamblea Nacional Comunitaria que dirige Delcy Rodríguez, en un esfuerzo por calmar las aguas turbulentas en Venezuela, lo siguiente: “no estamos haciendo las cosas bien”. Mentira, sí las han hecho bien, ha seguido las líneas estratégicas del “manifiesto comunista” para implantar el modelo, para lo cual es indispensable acabar con el modelo económico anterior. Sobre sus ruinas edifica el socialismo del siglo XXI, lo que es igual al comunismo.
Lo que para los venezolanos es crisis, para Maduro y la Revolución es el signo de quiebre del modelo anterior, es el síntoma del colapso del modelo constitucional, para terminar imponiendo el modelo de Estado comunal, que es el otro nuevo nombre del comunismo. Maduro, cuando admite errores, busca es clavar en sus seguidores estafados, en razón a que no les pagaron por el voto emitido, una esperanza de que hará las cosas mejor. Lo que no quiere decirles, ni a sus seguidores ni al país, es que la crisis es el modelo de vida del comunismo.
La crisis es inducida a provocar el colapso del sistema económico y de calidad de vida del ciudadano, en razón a que el objetivo del comunismo es tener a todos en la pobreza para poder establecer el racionamiento, como fórmula de mantenimiento y, con ello, doblegados al régimen.
El acto en la Asamblea Nacional Comunitaria, por lo apresurado en su convocatoria, revela que las cosas no están bien al interior del Gobierno. Que la unidad militar no es monolítica y eso lo revela la firma del documento donde se jura fidelidad y que obliga a que firmen los militares. Ese juramento no cambiará la realidad de los militares, que no es distinta a la realidad de los venezolanos. Aquí el que faltó a su juramento es Maduro, que juró hacer cumplir la Constitución bolivariana y aplicó fue la Constitución cubana.
La cantidad de militares presos indica que en los cuarteles existe descontento y malestar, con la inteligencia cubana que espía a todo el que sea militar, ahora todos son sospechosos.
Lo cierto del discurso de Maduro es que al indicar que mantendrá los controles de precios y los Clap como sistema de distribución, está admitiendo que la crisis se profundizará. El control de precios es una de las políticas responsables de la escasez, así como la devaluación del bolívar; no habla de la hiperinflación, ya que sabe que es el instrumento idóneo para empobrecer a todos los ciudadanos. Para rectificar, si lo quisiera hacer, tendría que dejar ya sin efecto los decretos de emergencia económica para que los derechos económicos de libre empresa, libertad de comercio, libre competencia, impulso del sector privado y no su estatización, sean nuevamente derechos ciudadanos.
El discurso de Maduro encierra un peligro; es el llamado nuevamente a diálogo y liberación de presos; aspiro a que nadie en la oposición se siente, ni en secreto, ni ocultos, ni pública ni privadamente, en prediálogos ni en diálogos; Maduro necesita nuevamente tiempo; la tempestad económica no la podrá cruzar y necesita tratar de enviar señales a la comunidad internacional, para engañarlos de que quiere rectificar, y para ello necesita a la oposición dialogante o a los nuevos dialogantes. No se puede acudir a esas citas.
La pacificación es inaceptable; aquí los únicos que se acogieron a la pacificación fueron los alzados en armas, ellos, cuando fueron guerrilleros en Venezuela; la revolución armada es la que está alzada contra la forma democrática y republicana de la Constitución, o sea ellos; las víctimas somos los venezolanos que luchamos contra el comunismo y los que en esa lucha ofrendaron su vida, que se cuenta en cientos a manos del Gobierno.
Soltarán presos para confundir, pero meterán otros. Para que los medios titulen y no miren por dónde camina la implantación del comunismo.
La oposición en el exilio, que antes fue dialogante, no puede caer en la trampa de nuevas elecciones, ya que Maduro los usará para ganar tiempo y tratar de enfriar la arremetida de la comunidad internacional.
En esta etapa, la misión es no dejarse engañar. (Carlos Casanova Leal)