“Este Quijote que no está loco, tiene fuego sagrado en el alma, del amor a la libertad…” (Napoleón Bonaparte).
A mediados del siglo XVIII se incrementó el clima revolucionario en las colonias hispanoamericanas contra el imperio oprobioso español por imponer una serie de actividades avasallante. Entre esas se destacaban: el gobierno de ultramar se creía ser el único proveedor de los productos en sus colonias en América, como consecuencia de la desproporción entre la decadente producción española y la creciente demanda americana que desató un fuerte contrabando entre las colonias y algunos países poderosos, la imposición de impuestos y otras felonías. Así aparecieron unos cuantos movimientos precursores independentistas latinoamericanos. Entre ellos sobresalen: el de los Comuneros del Socorro en la Nueva Granada entre 178-1782; el de Túpac Amaru en el Virreinato del Perú, protagonizado por José Gabriel Condorcanqui, 178-1783; el de José Leonardo Chirinos en Coro, Venezuela, 1795; el de Manuel Gual y José María España en Caracas, 1797, y el de Francisco de Miranda, con dos intentos de invasión a las costas venezolanas de Coro y Ocumare de la Costa, 1806. Esos intentos revolucionarios y otros de menor categoría fracasaron.
Francisco de Miranda fue el protagonista de mayor intensidad en el campo revolucionario. Hizo el primer proyecto de independencia para todo el continente hispanoamericano…“la América unida, desde el Misisipi hasta el Cabo de Hornos, un gran Estado Multinacional y multirracial en el que convivirán pacífica y fraternalmente pueblos, idiomas, culturas y credos diversos”. Para concebir semejante proyecto preparó un bosquejo de constitución para estimar a América como una sola gran nación. Miranda tuvo el honor y oportunidad de intervenir en tres de los acontecimientos más importantes y sobresalientes de la Historia Universal Contemporánea: La Independencia de los Estados Unidos 1776, la Revolución Francesa 1789 y la revolución de la independencia Hispanoamericana 1810-1811.
Algunas desavenencias con la clase política venezolana obligaron a Francisco de Miranda a emigrar en 1770 a España, con la finalidad de servir al monarca de ese país. En 1772, con el beneplácito del rey Carlos III, es nombrado oficial en el ejército. Inicia una carrera ascendente como capitán del Regimiento de Infantería de la Princesa. Luego actúa en las fuerzas imperiales en el Norte de África. En 1774 interviene en la defensa de Melilla, 1774-1775, contra las fuerzas del Sultán de Marruecos, y en la expedición contra Argel, 1775.
Al ser nombrado capitán del Regimiento de Aragón y edecán del general Juan Manuel Cajigal, en 1781, participó en el sitio de Pensacola, ocupada por las huestes inglesas en la Florida Occidental. Por su exitosa actuación en esta acción bélica fue ascendido a teniente coronel. En Pensacola, Francisco de Miranda proyecta por primera vez la noción de una gran nación libre para Hispanoamérica que llamaría Colombia a Colombeia. En 1782 integra la expedición naval española desde Cuba para conquistar las islas británicas de las Bahamas. Enseguida va a Cabo Francesa, Haití. Aquí debe enfrentar una campaña de intrigas y acusaciones, comunes en la vida de este gran líder universal. Regresa a La Habana, donde es amenazado con prisión. Se escapa a los Estados Unidos y hace contacto con prominentes ciudadanos como Jorge Washington, Tomas Paine, Alexander Hamilton y Gilbert M. de la Fayette. Ante esos notables personajes da a conocer su esbozo de Independencia para Hispanoamérica.
Es considerado un militar con una amplia cultura. Llegó a dominar 6 idiomas, fue traductor del latín y griego. En 1784 se embarca para Inglaterra, donde no obtiene apoyo para su aspiración independentista. En su casa de habitación conformó una biblioteca con más de 6.000 volúmenes. Entre sus libros figuraban representantes de la cultura del siglo de las Luces, provenientes de autores como Voltaire, Montesquieu, Diderot, Rousseau, Locke, Hume, entre otros.
En su largo peregrinaje visita en Europa los países: Alemania, Holanda, Italia, Prusia, Francia, Suiza, Bélgica, Grecia y Rusia. Continúa al Asia Menor y Constantinopla en el Imperio Turco. En 1782, en Kiev es presentado a Catalina de Rusia, quien hace de él uno de sus predilectos y dispone para el venezolano el uso de uniforme del ejército ruso. En 1792 se traslada a Francia para contactar grandes personajes. El 25 de agosto de 1792 es designado Mariscal de Campo del Ejército Revolucionario francés. En tiempo récord obtiene varios éxitos militares. Sin embargo, ante la derrota de Neerwinden, Bélgica es utilizada por Carlos Dumuriez para acusarlo de traición ante Dantón y la Convención Francesa. Es llevado ante el Tribunal Revolucionario, donde hace una magistral defensa, para evitar ser conducido ante la guillotina. Es liberado de sus cargos el 13 de enero de 1795.
La segunda etapa de la vida de Francisco de Miranda la representa la Independencia de Venezuela. Inició su anhelo de libertar a su patria con los dos intentos fallidos de las expediciones de La Vela de Coro y Ocumare de la Costa, en 1806. El 10 de octubre de 1810, en su casa en Londres se entrevista con la primera misión diplomática del reciente gobierno revolucionario integrada por Simón Bolívar, Andrés Bello y Luis López Méndez. Con ellos decide regresar al país. El 10 de diciembre del mismo año arriba a La Guaira. Es nombrado teniente general de los Ejércitos de Venezuela el 31 de diciembre de 1810. Emprende la instalación de la Sociedad Patriótica y en 1811 se incorpora como diputado al Congreso Constituyente. Es partidario de declarar la Independencia de Venezuela, la cual se realiza el 5 de julio de 1811.
Algunos sucesos acaecidos echan por tierra la campaña del Precursor de la Independencia de Venezuela: el terremoto del 26 de marzo de 1812, la Proclama de Miranda estaba destinada a una clase media más europea que venezolana, en lugar de haberla dirigido a la libertad de los esclavos y las aplicaciones prácticas procedentes de los “Derechos del Hombre y del Ciudadano”, contenida en la Ley de los Franceses, creada luego de la Revolución Francesa y la derrota de Simón Bolívar a manos de Domingo Monteverde en Puerto Cabello. Todo ello condujo a la capitulación de San Mateo, el 25 de julio de 1812. A raíz de este descalabro se pierde la Primera República. Es apresado en La Guaira por los mismos compañeros de armas y entregado a los realistas. Es trasladado a España, preso en La Carraca, donde muere el 14 de julio de 1816.
Al cumplirse el 28 de marzo el natalicio de Francisco de Miranda, primer venezolano universal, sus compatriotas estamos orgullosos de su brillante palmarés en el desarrollo del proceso emancipador de Venezuela. (Alejo García S).