NOCHE DE RONDA 148
28 de diciembre de 2024
Eduardo Marapacuto
Más que buscar apoyo político y económico, la reciente gira internacional del mandatario venezolano pudiera interpretarse como parte de la línea estratégica diseñada por el gobierno revolucionario de cara a los desafíos que implica la transición hacia el Nuevo Orden Mundial que está naciendo. Por supuesto, el parto está en proceso y eso implica que será por cesárea, porque es imposible que nazca por obra y gracia del Sistema Internacional. Entonces, para allá apunta la visión geopolítica y geoestratégica del Estado venezolano, a reconquistar su presencia en los escenarios internacionales y a buscar el reconocimiento en ese nuevo orden mundial que ya pareciera soplar sus primeros vientos en el horizonte de la realidad global.
De allí la importancia que nosotros mantengamos clara la conciencia del papel histórico que estamos llamados a desempeñar como pueblo y como militantes revolucionarios. No ha sido fácil para nuestro país ni para Nicolás Maduro recuperar esos espacios negados, pero que por nuestra capacidad de aguante y resistencia estamos de vuelta no sólo en América Latina, sino también en Europa y el mundo árabe, donde una vez más hemos ido a reafirmar nuestra voz soberana para lograr acuerdos de cooperación y avanzar en la recuperación del país. Es por ello que los militantes revolucionarios jamás debemos pisar los terrenos de la indiferencia ni los de las indolencias, sino que nuestro espíritu de lucha y de combate debe estar ganado siempre para la victoria y no para las derrot
Precisamente, con esta exitosa gira presidencial, Nicolás Maduro reafirma su carácter revolucionario y su enorme capacidad para dirigir el Estado venezolano, porque no es sólo gobernar, sino dirigir, mantener el control y garantizar la seguridad de la nación. Los pueblos no solamente van acumulando sueños, sino también van acumulando energías para defender los intereses nacionales. Cuando los pueblos caminan en esa dirección y ese nivel de conciencia, es porque van rumbo a la victoria.
Primero fue a Brasil, luego a Turquía y después Arabia Saudita, tres países claves en la dinámica geopolítica mundial, destinados a jugar un papel estelar en ese nuevo Orden multipolar, dejando atrás los amarres y los nudos cerrados del desorden unipolar. Ya ese juego monosílabo del poder mundial debe acabarse, debe terminar, porque hay nuevos actores y nuevos escenarios que se van perfilando y configurando hacia lo multipolar. En pocas palabras, el mundo está cambiando y definiendo paradigmas, donde la revolución es la esperanza para los pueblos; no solamente revolución política, sino también económica, cultural y social. China y Rusia no solo han sido revoluciones políticas, también han sido revoluciones económicas, culturales y sociales, donde han aprovechado al máximo sus potencial nacional y todas sus capacidades.
Consideramos que Venezuela tiene reservado un futuro brillante, por sus recursos energéticos y por la nobleza, energía y liderazgo de su pueblo, heredado de los libertadores. Hemos librado grandes batallas y los hechos nos van diciendo que estamos del lado corriente de la geopolítica y de la historia. Así pues, no detengamos la marcha y desde las trincheras donde nos toque, nuestro espíritu y nuestra alma debemos ponerlas al servicio de la causa revolucionaria. Como proyecto político tenemos los horizontes expandidos y también tenemos los recursos como fuente de poder para utilizarlos en beneficio de la recuperación económica y social. Entonces, la reciente gira internacional de Nicolás Maduro lo que hace es reafirmar nuestro carácter de República soberana y garante de la paz en ese Nuevo Orden Mundial. ¡Qué así sea!
*Politólogo, MSc. en Ciencias Políticas.
Investigador RISDI-Táchira
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