Respetados lectores, la semana pasada por problemas en el internet para el envío del artículo, se cometió un error de omisión de párrafo y medio, por lo que hoy se publica completo. Les pido tengan la paciencia de leerlo de nuevo…esta vez completo.
Profundamente agradecida, reciban mis disculpas.
La cultura musical de nuestro Estado, se ha manifestado por siglos, de diferentes maneras, pero siempre ha estado presente en nuestras vidas. Una expresión de ella, es que 5 de nuestros Presidentes de Estado, fueron músicos…el primero de ellos: Cipriano Castro. A partir de allí hemos tenido bandas municipales, estadales, músicos virtuosísimos que nos han representado en escenarios nacionales e internacionales, y que han puesto por alto al Táchira. Gran parte de los integrantes del Sistema de Orquesta, desde sus inicios, eran y son provenientes de nuestro Estado.
Esta visión de la vida, en donde la música forma parte de ella de manera permanente y diversa, definitivamente hace que nuestros espacios urbanos sean distintos. Un ejemplo de ello, es el Teatro Luis Gilberto Mendoza, en la Unidad Vecinal, edificación esta que fue construída en 1956, vinculada a ese interesante y humano proyecto de urbanismo de la Unidad Vecinal.
Hace apenas un mes atrás, se presentó en el Ateneo del Táchira, el músico tachirense Johnny Mendoza, quién fiel a sus orígenes, nos regala prácticamente cada año un concierto gratuito, para reencontrarse con su tierra, sus amigos y sus alientos primeros, haciendo el esfuerzo de desplazarse desde Miami, para regar sus raíces. Este concierto lo presencié de pie, pues la sala estaba llena, rebosante, en medio de un sentimiento de alegría, emoción contenida e inspiración. Particularmente no me gusta adjetivar pero quiero enfatizar que Johnny es maravilloso y el concierto fué sublime.
Hace apenas también un par de meses, tuvimos la oportunidad de asistir a la presentación de la ópera Elixir de Amor, con la participación y dirección de Gregory Pino, a través de la Cátedra de Canto Lírico.
Ayer domingo, pude presenciar La Boheme, ópera en 4 actos de Giacomo Puccini, con la participación de nuevo, de Gregory Pino en el papel de Rodolfo, y la Cátedra de Canto Lírico y la Orquesta Sinfónica Regional. Ver a nuestros jóvenes interpretar esta obra con la calidad y profesionalismo que lo hicieron, y constatar una vez más una sala llena a reventar con gente sintiendo y viviendo esta ópera, es la demostración plena de lo que se logra
Con trabajo, compromiso , constancia, e integración de todas las partes. La orquesta, con su director y sus músicos, los cantantes, la escenografía, los asistentes. Los niños, los grandes, el público, todos. La música para muchos es la gran pasión que da sentido a sus vidas. Lo importante aquí es que todos estos eventos que he descrito son hechos con puro talento regional y nacional, formado en nuestro país.
Nosotros los tachirenses somos amantes de la música, de las ideas, de la emoción y de la razón. Eso somos, ese es nuestro Estado, esta es nuestra ciudad, esa es una manera distinta y acertiva de construir ciudadanía, ciudad y país.
Brindo por la música y la influencia que tiene en nuestras vidas y nuestros espacios. (Julieta Cantos)