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25 de noviembre de 2024
Resurge la controversia con Guyana sobre el territorio venezolano al Oeste del Rio Esequibo, en esta oportunidad con más virulencia por parte del nuevo gobierno militar guyanés y es oportuno recordar los dos problemas fronterizos trascendentales de nuestro país. Los gobiernos de turno por falta de visión geopolítica y desidia, perdimos territorios vitales de nuestra soberanía. En la frontera occidental cuando el congreso venezolano rechazo el Tratado Pombo Michelena de 1833, cedimos la mitad de la Península de la Guajira y Colombia gano soberanía en las costas del Golfo de Venezuela. San Faustino una región en la frontera del Táchira con Colombia, mediante un decreto presidencial lo cedimos a nuestros vecinos y Colombia amplia soberanía en un territorio al sur del Golfo. Al Oeste del Meta, unos 50.000 kilómetros cuadrados, los abandonamos y Colombia afianzo soberanía, se cumplió la Ley de Tomby: “Frontera que se abandona se pierde”, ampliando la soberanía en llanos orientales y se acerco al Rio Orinoco salida al Atlántico.
El caso de la Zona en Reclamación al Oeste del Rio Esequibo es patético y más cuando en los últimos tiempos por abandono, entrega y omisión, según las normas internacionales gana soberanía quien lleve la iniciativa de reclamación. Según la Real Cedula de Carlos III de 1877, el límite oriental de Venezuela es el Rio Esequibo y por el principio del Uti Possidetis Juris de 1810 el territorio es venezolano. Este territorio de unos 160.000 Km cuadrados y 250 km de costas en el Atlántico, genera soberanía en su Mar Territorial y Zona Económica Exclusiva en una plataforma marítima de 200 km. Venezuela cedió ese territorio al Imperio Ingles y a los guyaneses cuando la demarcación fronteriza fue realizada en forma arbitraria en un mapa elaborado por el británico Robert Hermann Shoomburgk. El Laudo del 3 de Octubre de 1899 firmado en Paris, Venezuela no asistió y representada por los Estados Unidos, favoreciendo a los británicos y perdimos ese rico geoestratégico territorio, prolongación del Macizo Guayanés y salida al Atlántico.
Desde la firma del laudo en Paris, los sucesivos gobiernos han perdido más de un siglo hasta nuestros días por políticas timoratas, permisivas y el reclamo de la nulidad de ese laudo fue presentado ante las Naciones Unidas en Febrero de 1962, sesenta años después. El Acuerdo de Ginebra entre Guyana y Venezuela en 1966, se declara nulo el laudo de Paris, se considera el territorio en “Zona en Reclamación” y Venezuela se le ocurre proponer una comisión para el desarrollo conjunto, significando un tácito reconocimiento de los derechos guyaneses. Ante la solicitud de Guyana, las Naciones Unidas en 1983 decidieron la solución de la controversia mediante el convenimiento de las partes bajo la coordinación de un buen oficiante. Guyana ante la mirada complaciente del gobierno de Venezuela en 1999, dividió la plataforma marítima y otorgo concesiones a cuatro empresas petroleras extranjeras en aguas venezolanas de la zona en reclamación.
Guyana ha desarrollado una agresiva política de mejoramiento y utilización de los recursos de la estructura e infraestructura de los espacios marítimos y territoriales de la zona en reclamación para afianzar su soberanía. Se destaca un acto de soberanía con la presencia del presidente de la republica y demás autoridades en la primera plataforma petrolera con motivo del inicio de la explotación de petróleo en aguas territoriales venezolanas. La iniciativa por parte de Guyana de llevar el reclamo del diferendo al tribunal de La Haya, tiene sus implicaciones para Venezuela, en primera instancia tienen que estar de acuerdo las dos partes, las características de los alegatos que llevan más de cien años, la poca importancia del problema y la carencia de expertos en esta temática. En una demanda ante el máximo tribunal en materia de diferendos limítrofes, una sentencia favorable será cuesta arriba, según el principio “la soberanía no se reclama se ejerce”. (Oscar Roviro Villamizar)
Gral. de Brig. [email protected] y @rovirov
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