Del 26 al 28 de junio se disputará la clasificatoria regional rumbo a los XIX Juegos Nacionales Estudiantiles 2025
24 de junio de 2025
Alejo García
Ante el proceso emancipador de Venezuela cuyo inicio es considerado con los sucesos acaecidos el 19 de abril de 1810, los historiadores y diversos sectores de la opinión pública nacional e internacional, estiman importante dos acontecimientos antecesores al mismo a saber: la conspiración de Manuel Gual y José María España en 1797 y las dos expediciones fallidas del precursor de la Independencia Francisco de Miranda en 1806. Los dos intentos revolucionarios tenían una concepción en lo Republicano, igualitario y democrático. El veterano militar Venezolano y a la vez combatiente de la Revolución Francesa, tuvo en su actuación dos hechos transcendentales: haber izado por primera vez en uno de sus buques la bandera tricolor de Venezuela y traído una imprenta para publicar, proclamar y propagar en pro de la Independencia Venezolana. Tales intentos fracasaron.
Una vez instalado el primer Congreso de Venezuela en 1811, integrado por representantes de las siete provincias que habían apoyado el proceso emancipador, al transcurrir unos cuantos días de excelentes y grandes presiones de la Junta Patriótica es declarada la Independencia. A partir de entonces se oficializaba la Primera República. Se iniciaba formalmente la guerra entre los ejércitos Español y el Patriota. Así en una gran parte del territorio nacional cambiaba el mando a cada momento. En el bando patriota surgió una pléyade de hombres convencidos e impulsadores del proceso liberador venezolano. En el plano militar se distinguieron y sobresalieron figuras notables como: Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, José Antonio Páez, Rafael Urdaneta, Santiago Mariño, José Félix Ribas, entre los más descollantes.
Durante el lapso de casi trece años de árdua campaña militar, se sucedieron unos cuantos hechos admirables, tales como: las pérdidas de la Primera y Segunda República, la Campaña Admirable comandada por Simón Bolívar en 1813, los exilios de El Libertador y otros sobresalientes Jefes patriotas, producción de documentos estelares por parte del Padre de la Patria, tales como: El Manifiesto de Cartagena, La Carta de Jamaica, Los discursos del máximo líder patriota ante los Congresos de Angostura y El Rosario de Cúcuta, La creación de La Gran Colombia, la campaña de Guayana en 1816-1817, el Armiticio de Santa Ana en Trujillo en 1820.
En 1820 el Libertador Simón Bolívar luego de una estadía casi de diez meses en San Cristóbal, conjuntamente con su Estado Mayor del Ejército Libertador y su gobierno, utilizó los tratados existentes de suspensión de hospitalidades y regulación de la guerra con el propósito de preparar las tropas mejor y así calcular la estrategia para la futura batalla de Carabobo, realizaba el 24 de junio de 1821.
En sus reiteradas cortas visitas a la Villa de Juan Maldonado se hospedó unas cuantas veces en la casa de María del Carmen Ramírez de Briceño, situada en la esquina de la carrera 4 con calle 4, cercana hoy día a la Catedral. En ese lugar El Libertador se dedicó a preparar y suministrar lo esencial a las tropas gran colombianas.
En ese momento acompañaban al libertador los Jefes Patriotas Antonio José de Sucre, Rafael Urdaneta, Pedro Briceño Méndez, Ambrosio Plaza, Carlos Soublette, Félix Ribas entre los mas destacados. Al iniciarse el año 1821 los patriotas liberaron a Maracaibo, lo que originó que el jefe español Miguel de la Torre, quién había firmado con El Libertador en Trujillo el Tratado de Regularización y Armisticio, consideró esa acción bélica como incumplimiento de los tratados establecidos y firmados en Trujillo.
Al pasar unos días de análisis del terreno de las tropas enemigas, el ejército republicano inicia un avance y estudio de los diversos lugares cercanos a Carabobo. Los dos ejércitos se enfrentaron el 24 de junio de 1821 en la sabana de Carabobo. A propósito del triunfo de Carabobo se originaron hechos como: el ejército realista huyó a Puerto Cabello, La rendición de la Guaira con la capitulación del realista Pereira, la toma de Cumaná, la capitulación de Cartagena y en noviembre de 1823, el general José Antonio Páez ocupa a Puerto Cabello.
Después de la victoria de Carabobo, El Libertador desde Valencia le escribe al Presidente del Congreso de la Gran Colombia, donde manifiesta la preocupación de los esclavos. Al respecto le expresó…” Los hijos de los esclavos que en adelante hayan de nacer en Colombia deben ser libres, porque esos seres no pertenecen más que a Dios y a sus padres, y ni sus padres los quieren infelices…”. Dicha benevolencia con los esclavos la había formulado en Carúpano, el 2 de junio de 1816 y el 16 de julio de 1819 en Angostura. Esos propósitos de nuestro Líder de América era un legado derivado de la batalla de Carabobo. Finalmente, El Libertador tenia el gran anhelo de libertar otras Repúblicas Suramericanas sometidas al dominio español. Con el triunfo de Carabobo se desataron las Victorias de Pichincha en 1822, Bomboná en 1822, Junín en 1824 y Ayacucho en 1824.
Al cumplirse 204 años de la hazaña de Carabobo que nos dió la Independencia, damos gracias al Todopoderoso por habernos permitido lideres patriotas como El Libertador Simón Bolívar y otros tantos caudillos nacionalistas que se empeñaron tantos en obtener la libertad del yugo Español.
Antonio Ramos mano a mano en Huata, Perú
24 de junio de 2025
