Vuelve mi tío Melquiades con otra de sus ideas maravillosas. No hace mucho inventó un mecanismo para detener violentamente su vieja camioneta Apache. Nos aseguró que, llevando un enorme tronco en el parachoques, y soltándolo en casos de emergencia, su vieja carcacha se pararía de inmediato. -Y, cómo vas a soltar el madero, compadre? Cosme pregunta siempre para desalentar los inventos de mi tío. –Bueno, todavía falta refinar la idea, viejo saboteador.
Ante los miles de millones de dólares robados impunemente a nuestro país y presenciando la falta de un pequeño recipiente para examen de orina en el Hospital Central de San Cristóbal, no me quedó otro recurso que sacar un madrazo en silencio contra el planeta Marte. Ustedes comprenderán, apreciados lectores. Reacciones, le dicen.
La profesora Lorena Evelin fue condecorada por su labor docente en La Universidad de los Andes. Parece que aprovechó que yo estaba en Acirema para brindar avenita a sus colegas Omaira y Daniel, el chico de tres vientos.
Cosme dice que todos critican al gobierno por lo incapaz para hacer lo simple en beneficio de la gente. Y propone, para acabar con el suplicio de la gasolina y lo que eso representa para nuestra salud mental y física, se ponga combustible por número de terminal de placa. Por ejemplo: Hoy es día 8. Solo las placas con ese terminal. A ese vehículo le corresponde surtir el 18 y el 28. Y así con todos los carros. Saquen ustedes la cuenta. Parece viable la propuesta.
Eso que sucedió en México es preocupante. Yo no sé a qué van por allá y exponerse a esos gritos tan fuertes de los charros de Villa. Hay que revisar esas visitas a países acostumbrados a la libertad de mariachis. Feo eso.
-Comadre, tiene la papada muy gorda. -Prefiero tener papada y no lucir la bandera que llevas colgando, repica mi tía, refiriéndose al pellejo que le cuelga a Cosme en el cuello. Un día de estos se van a matar con tanto insulto.
Creemos que los asesores del gobierno en materia económica propondrán eliminar los ceros de nuestra vida, debido a que este redondito no vale nada en los billetes venezolanos. Seremos todos sinceros, camaradas.
Pregunta mi tío Melquiades si la falta de gas no será por tanto combustible que enviamos a Argentina a través del gasducto que construimos hasta La Tierra del Fuego. Es un terreno difícil por lo irregular y los tubos a veces se rompen. Ah, rigor…
Esta ligadera desesperante a Los Tiburones, Chamos, Gaconsa, y Arroz Gran Marqués nos hace saltar de emoción al ganar un jueguito siquiera. Así es la pelota arrequintada, compañeros.
Carlos Orozco Carrero