Carlos Orozco Carrero
Uno se alegra de verdad, amigos. Comentamos con orgullo sobre el último juego que Mariano Rivera acaba de cerrar para la historia de la Gran Carpa. Todos los periodistasacreditados para escoger a los miembros del Salón de la Fama lo eligieron por unanimidad. Algo nunca visto en Cooperstown. El panameño estrella de los Yankees de Nueva York se llevó el 100% de los votos para entrar a la cúspide y convertirse en el Rey de todos los que posan sus nombres en el mundo del beisbol mayor. Apaga y vámonos, Mariano.
Mi tío Melquiades ya ofreció sus soluciones para las próximas elecciones. -Es fácil, sobrino. Se nombra el nuevo Consejo Nacional Electoral con observadores de la ONU y la OEA. En un tiempo prudencial se realiza el nuevo Registro Electoral Permanente. Se convoca a las nuevas elecciones para escoger a todos en un solo voto. Presidente, Asamblea Nacional, Gobernadores, Consejos Legislativos, Alcaldías y Concejales. Se elimina el voto electrónico y regresamos al voto manual. Ah, y solo dos opciones: Una tarjeta roja y otra azul. Todos los candidatos van a elecciones primarias. –Desengáñese, compadre, que no hay angelitos negros, ripostó Cosme. -Mejor repitan las elecciones para los diputados de Amazonas y listo.–Este viejo no entiende lo que es el voto real y valioso para una democracia, Carretico.
Cardenales de Lara a la Serie del Caribe. Parece que la mudaron y ahora se va a realizar en Panamá. Las razones son obvias, caballeros. Luis Valbuena y José “El hacha” Castillo, fallecidos en aquel accidente tan lamentable, inspiraron a los muchachos de Barquisimeto para coronarse por quinta vez en el torneo venezolano. Ahora vamos a esos pajaritos en el país del canal. – Qué número es ese canal, preguntala señora Marucha.–Ah, rigor.
Sigue la gente en la calle, camaradas. Es contagiosa la presencia de toda la población venezolana en estos eventos pacíficos, democráticos y constitucionales.
El insulto de Pulquería a Cosme es de otro mundo. –Qué pasa, tía. Por qué esa gritadera contra el pobre compadre? -Cómo se le ocurre a este viejo champurria imponer a su hija el nombre del nieto. –Cosmito, Carretico. Cosmito es el horrible nombreque este atrasado mental le quiere clavar al muchachito. –Dios lo perdone.
-Si los gringos nos frenan la compra de petróleo, tampoco se lo vendemos y los que pierden son ellos. Es el grito revolucionario de un camarada en el barrio de los obreros. Es como si los de Londres digan que los de Pregonero perdemos si ellos no nos venden miche callejonero. De todo hay en este valle de lágrimas, señores.
El muchachito estudiante de Comunicación Social en la Universidad de Los Andes se encontró de frente con todo el odio y el resentimiento traído desde el Caribe para eliminar cualquier atisbo de reclamo por los derechos humanos en Venezuela. Y uno que habla y escribe hasta por los codos se da cuenta que en estos momentos se pierde cualquier posibilidad de transmitir este sentimiento de dolor supremo. Perdónalos, chamo. (Carlos Orozco Carrero)