Carlos Orozco Carrero
Las imágenes que llegan del satélite sobre las calles de Pregonero con las nuevas luminarias son realmente hermosas. Hasta se puede uno meter allí para caminar y disfrutar de su quietud y paz permanentes. Después les paso las coordenadas para que busquen en las especiales de la NASA.
Nombres viejos aterradores. Nerón, Pilatos, Judas, Caín, y demás pajarracos históricos, nos sorprenden hoy día. Ahora encontramos en el deporte de las bielas a un ciclista con el nombre de Atila, el rey de los Hunos. Creo que es mejor recurrir al santoral cristiano o al almanaque de pared para bautizar a nuestros muchachos.
Dice Melquiades que los celulares traen consecuencias funestas para los que no pueden vivir sin el aparatico pegado en la oreja. –Deben cuidarse de las ondas radioactivas que producen esas pilas endiabladas, comenta el gordo Cosme. No, Viejo. Le ocurrió a Eladio en días pasados, cuando le dieron una cola para el centro y se olvidó del chofer por estar hablando por el celular. El amigo pegó una frenada que lo arrastró hasta el piso del carrito y casi se traga el tablero. –Para que respete al que le da la cola, le advirtió su amiguito.
No salió tan mal nuestro país en esos juegos para clasificar al Mundial de Qatar. Dice Ricardo Montoya que no entiende por qué le mientan eliminatorias. Deben ser clasificatorias, cariños. Sabe de eso el profe.
Ahora vendrán productos tan finos para alimentar a los terrícolas, que traerán yuca, papa, cilantro y tan cual puerco de rabo torcido de otros planetas. Con tal y no se les ocurra a los científicos traen miche callejonero, la cosa puede pasar. Dicen que en el planeta Marte hay callejones que se prestan para sacarlo de pata completa. Vamos a defender nuestra bebida favorita, señores.
En una vieja película mexicana vi un combate entre los comisarios de un pueblo y unos ladrones de banco. El jefe de los bandidos disparó unos 27 tiros con su pistola, sin cambiar de proyectiles. Nos engañaban esos personajes.