Cae en un 50% el dinamismo en el terminal de San Antonio
9 de mayo de 2024
Carlos Orozco Carrero
Un abrazo cariñoso a los amiguitos que disfrutaron gritándome durante casi 4 décadas que Los Tiburones de La Guaira eran como las hallacas…A los que metían berridos diciendo a los cuatro vientos que ese equipito se llamaba Las Sardinitas de Naiguatá. Sufran ahora, cariños. Nuestro equipo del alma Descargó tanta presión acumulada que si nos meten a los Yankees les damos sopa, seco y puntal para que respeten a la fanaticada más corajuda y fiel del mundo, solo comparada con la de Los Cachorros y Los Medias Rojas, quienes soportaron casi 100 años sin ganar una Serie Mundial. No se les olvide, cariños. ¡¡Tiburones…Pa´Encima!!
Bueno, señoras y señores. Se acabó la feria y a buscar la cuerda de monos o pa´l carajo los enfermos que el hospital se acabó. Los que tengan que hacer el balance serio que lo muestren para que todos los que sentimos el evento de enero conozcamos la realidad de La Gigante de América. Faltó algo o sobró tanto es bueno saberlo para programar para el próximo enero, señores.
En el ovalo de Asogata recordé mis tiempos de expositor de ganado. Tuve que llevar un animal que representaba lo que el pelón Espinoza llama una catedral de toro. Salí algo temeroso por los kilos que llevaba de la argolla en nariz. El público bramaba de emoción al verme en esas tareas propias de gente de trabajo rudo. Poco a poco llevé al enorme toro ante la presencia del jurado y narrador del paseo de los competidores de las ganaderías en acción. –¿Para dónde lleva esa mula? Ese grito ensordecedor salió de la garganta del poeta Antonio Mora, quien impuso su voz sobre el ruido propio de tales eventos. Mi hijo respondió de inmediato. –Ese animal es un toro, señor Antonio. –Estamos hablando con el toro, remató el hombre del humor clásico para estos casos. Se sabe que nunca más se supo de carreto en esas faenas campesinas en ferias.
Doctorado con honores recibió nuestro amigo Carlitos Iván Vargas Vivas en Europa. Egresado de nuestra Universidad del Táchira como ingeniero mecánico, Hizo doctorado Cum Laude en Ingeniería Biomédica de la Universidad Politécnica en Madrid. Orgullo de un grupo de amigos, quienes observan con interés el resultado de la combinación de genes propios de personas sumamente inteligentes. Díganme, Los nonos son de Pregonero y La Grita y sus padres, Pedro Iván Vargas Pineda y Ana María Vivas Méndez, también egresados universitarios y de buen trato, garantizaron ese fruto provechoso para nuestra sociedad en el mundo. Ya estamos cuadrando viaje para la España vieja en celebración y llevamos currunchete de Pregonero y quesadillas de La Grita para no perder nuestra identidad como hijos de esta tierra bendita. Felicidades, Carlos Iván.
Les cuento que el flaco Elpidio se atoró con unas chinchurrias frías y unos toletes de cabeza de puerco con yuca y queso ahumado en casa de Julio Cesar Contreras. Después les cuento, señores.
Hay comentarios de los peones que cuidaron los toros de lidia en la pasada feria, señores. Parece que se escuchan algunos murmullos entre los astados que semejan unos secretos para hacer algo durante alguna tarde de sangre y arena. Es bueno que se sepa que hay animales que son capaces de hablar en cualquier corrida de toros. En mi pueblo taurino un enorme toro soltó la lengua y desafió al matador que se burlaba de él con un trapo rojo. –Véngase, Orlando Vargas, para que nos matemos como los hombres, se escuchó en la arena de aquella plaza de toros de madera, construida frente a la casa de Samuel Vivas. Todavía los viejos recuerdan que hasta una misa se mandó a hacer para espantar la brujería que arropaba el ruedo en esa tarde de sol y pasodobles recién doblados, interpretados por la sonora Banda Bolívar, cariños.
Reactivado el paso de vehículos por el puente Unión
9 de mayo de 2024
Diario Católico celebra su primer centenario
9 de mayo de 2024
Lo más visto
