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Mañana comienza el Adviento, comienzo del año litúrgico, son los 4 domingos anteriores a la Navidad; “Adviento” significa venida, llegada. Renacemos en la fe y en estos días más aún, encontrando el significado en la tradición de la Navidad. Esta que llega en el 2017 es para reunirnos en familia y, al darnos un reencuentro, entender que reunidos en nombre de nuestro Señor cumplimos con la más importante tradición familiar, el amor, ya que la Navidad es el reencuentro de todos en el nacimiento y fe.
Que no te quiten tus tradiciones ni tu fe.
El comunismo que se instala en Venezuela acaba con las tradiciones y valores que como sociedad nos hemos dado; es la revolución un proceso cultural que avanza llevando al ciudadano con derechos a pueblo sumiso sin ellos, condenando a un pueblo a vivir sin libertad y en ese proceso le construyen nuevos dioses; “Chávez vive”, “gracias a Chávez y ahora a Maduro, Venezuela es de todos”, ya no es “gracias a Dios”. Maduro, el 8 de noviembre dijo: “Yo he hablado hasta con el diablo, yo me pongo en sus manos, él es el gran protector nuestro, es una de las grandes fuerzas de nuestra espiritualidad, que tiene nuestra revolución y nuestra vida histórica, con todos ellos (los diablos) yo he hablado”, manifestó desde la Academia Militar de la Guardia Nacional Bolivariana. ¿Qué sucede con esto?, bueno, es que el comunismo es contrario a nuestra fe católica.
Los comunistas, acabando lo anterior para imponerse, usan medios de muerte en sus distintas formas, el “libro negro del comunismo” estima, sin contar los muertos de Cuba y Venezuela, que en el siglo XX fueron asesinados 100 millones de ciudadanos; solo en la guerra civil española mataron a 12 obispos, 4.118 sacerdotes, 300 monjas, 2.363 monjes. Estos números los dio el historiador Hugh Thomas
El discurso de los comunistas es el odio, para imponer la dictadura del proletariado se justifican en la lucha de clases, unos contra otros, hasta acabarlos. Lógico, terminan imponiendo la dictadura, no del proletariado sino la de la cúpula comunista. El comunismo niega a Dios y a la religión. Creo que el discurso de Maduro lo dejoó claro. Liquida el comunismo la propiedad privada, en este caso por propiedad social o propiedad del Estado, sabiendo que la propiedad privada asegura a los hombres la libertad, el derecho al trabajo para la dignificación de la familia; el Estado no puede quitarle ese derecho natural a la humanidad.
Este régimen te conduce primero y te lleva por los antivalores, corrupción generalizada, te lleva a conductas a las cuales no llegarías en condiciones normales, como el mercado negro, la reventa de alimentos, acabando con valores como el de la solidaridad, y con esas nuevas conductas, el Gobierno te lleva a la miseria, todos en la expectativa de lograr algo se hacen indispensables, pero su objetivo es la miseria, pueblo sumiso, sin derechos, y la diáspora, que huyas del país después de haber compartido en el plato de los antivalores y sin redimirte, sales y llevas contigo ese veneno que te inoculó el Gobierno.
Navidad, tiempo para renacer, los invito desde mi corazón a que hagamos un acto personal y familiar de redimirnos y postrarnos ante Dios para que nuestro cambio personal sea una expresión colectiva en el país y así la luz brillará nuevamente, lo demás, créanme, viene por la gracia de Dios.
Carlos Casanova
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