Opinión
Tutoría universitaria en Venezuela: un enfoque axiológico y espiritual
domingo 7 diciembre, 2025
Pedro Morales
En el marco aniversario del Día del Profesor Universitario en Venezuela, resulta imprescindible destacar el papel trascendental de la tutoría universitaria como un eje central en la formación integral de los estudiantes. De hecho, más allá de ser un proceso académico, la tutoría se convierte en un espacio de encuentro humano, donde se cultivan valores, se fomenta la reflexión ética y se promueve el desarrollo espiritual. Particularmente, en un contexto como el venezolano, marcado por desafíos sociales y educativos, la tutoría universitaria no solo garantiza la permanencia y el éxito estudiantil, sino que también se erige como un pilar para la construcción de ciudadanos íntegros, capaces de trascender las adversidades y contribuir al bienestar colectivo.
La tutoría universitaria: un proceso integral y humanista
La tutoría universitaria es mucho más que un acompañamiento académico. En efecto, es un proceso sistemático, intencional y personalizado que busca guiar al estudiante en su tránsito por la vida universitaria, promoviendo su desarrollo académico, personal y profesional. Asimismo, este proceso abarca dimensiones éticas, socioemocionales y metodológicas, y se expresa en diversas modalidades, como la dirección de tesis, el acompañamiento académico, la orientación, la asesoría, la supervisión académica y la mentoría. No obstante, lo que distingue a la tutoría universitaria como un proceso humanista es su capacidad para trascender lo técnico y lo académico, integrando una dimensión axiológica y espiritual que enriquece profundamente la experiencia educativa.
Desde esta óptica, la tutoría no solo busca formar profesionales competentes, sino también ciudadanos éticos, comprometidos con los valores de justicia, solidaridad, responsabilidad y respeto. Por ende, este enfoque axiológico es esencial en un contexto como el venezolano, donde la educación superior desempeña un papel clave en la promoción de una formación integral que responda a las necesidades de los estudiantes y a las demandas de una sociedad en constante transformación.
La dimensión axiológica de la tutoría universitaria
La dimensión axiológica de la tutoría universitaria se centra en la formación de valores como eje transversal del proceso educativo. En este sentido, la tutoría se convierte en un espacio para la reflexión ética, donde los estudiantes no solo adquieren conocimientos, sino que también desarrollan una conciencia crítica y un compromiso con el bienestar colectivo.
Por otra parte, la axiología, entendida como la teoría de los valores, encuentra en la tutoría un terreno fértil para su aplicación. Los tutores, como guías y modelos a seguir, tienen la responsabilidad de inspirar a los estudiantes a construir una escala de valores que les permita tomar decisiones éticas y responsables en su vida personal y profesional. De esta manera, este enfoque no solo fortalece el carácter de los estudiantes, sino que también contribuye a la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
Cabe destacar que, bajo el enfoque de los principios axiológicos, la tutoría universitaria no se limita a la transmisión de conocimientos, sino que busca formar seres humanos íntegros, capaces de actuar con ética y responsabilidad en un mundo cada vez más complejo y desafiante.
La dimensión espiritual: trascendencia y sentido de vida
La tutoría universitaria también tiene una dimensión espiritual que, aunque menos evidente, es igualmente fundamental para la formación integral de los estudiantes. A este respecto, la espiritualidad, entendida como la capacidad de trascender lo inmediato y encontrar un sentido profundo en la vida, es un componente esencial del desarrollo humano. Por consiguiente, en el contexto de la tutoría, esta dimensión se manifiesta en la capacidad del tutor para inspirar a los estudiantes a reflexionar sobre su propósito, sus metas y su conexión con los demás y con el mundo.
La espiritualidad no debe confundirse con religiosidad, sino que se entiende como una búsqueda de significado y trascendencia que trasciende las fronteras culturales y religiosas. Así, la tutoría universitaria se convierte en un espacio para el desarrollo de la inteligencia espiritual, que permite a los estudiantes conectar con su esencia, superar las adversidades y encontrar un propósito en su vida académica y personal.
De acuerdo con la literatura sobre espiritualidad en la educación, este enfoque no solo fortalece el bienestar emocional de los estudiantes, sino que también les permite desarrollar una visión más amplia y profunda de su papel en el mundo. La tutoría, al integrar esta dimensión espiritual, fomenta una educación verdaderamente integral, que no solo forma profesionales competentes, sino también seres humanos plenos y conscientes de su trascendencia.
Fundamentos constitucionales y legales de la tutoría universitaria en Venezuela
La tutoría universitaria en Venezuela está respaldada por un sólido marco normativo que reconoce la educación como un derecho humano y un proceso integral. En este ámbito, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), la Ley Orgánica de Educación (2009) y la Ley de Universidades (1970) establecen los principios fundamentales para la implementación de la tutoría en la educación superior.
- Constitución de 1999: En sus artículos 79, 102, 103 y 104, la Constitución establece que la educación es un derecho humano y un deber social, garantizando igualdad de oportunidades, atención a la diversidad y autonomía universitaria. De este modo, la tutoría se interpreta como un mecanismo esencial para el desarrollo pleno de los estudiantes, promoviendo la corresponsabilidad y la formación docente permanente.
- Ley Orgánica de Educación (2009): Define la educación como un proceso permanente, integral y personalizado, orientado al desarrollo del potencial humano y la atención a la diversidad. Además, establece la obligación de las instituciones educativas de ofrecer servicios de orientación y apoyo, incluyendo la tutoría, en todos los niveles y modalidades.
- Ley de Universidades (1970): Concibe la universidad como una comunidad promotora de la verdad, la formación integral y la investigación. En consecuencia, la autonomía universitaria permite la creación de sistemas propios de tutoría, asesoría y acompañamiento académico, integrados en la docencia, la investigación y la extensión.
En síntesis, estos fundamentos legales no solo legitiman la tutoría universitaria, sino que también la posicionan como un componente esencial para garantizar la calidad educativa y la formación integral de los estudiantes.
Conclusión
En el marco del Día del Profesor Universitario en Venezuela, es fundamental subrayar la tutoría universitaria como un pilar de la formación integral de los estudiantes. En definitiva, este proceso, que integra dimensiones académicas, axiológicas y espirituales, trasciende la simple transmisión de conocimientos para convertirse en un espacio de encuentro humano, donde se cultivan valores, se fomenta la reflexión ética y se promueve el desarrollo espiritual.
La tutoría universitaria no solo garantiza la permanencia y el éxito estudiantil, sino que también fomenta la excelencia educativa y la formación de ciudadanos íntegros, comprometidos con el desarrollo de la sociedad. Como resultado, los profesores universitarios, como tutores, desempeñan un papel esencial en la construcción de una educación superior inclusiva, equitativa y de calidad, que responda a las necesidades de los estudiantes y a los desafíos del mundo contemporáneo.
¡Al final, el Inmaculado Corazón de la Santísima Virgen María triunfará!
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