Enrique Márquez: “En nuestro país la Constitución está básicamente de adorno”
23 de noviembre de 2024
Definitivamente, una vez más el régimen de Nicolás Maduro se ha salido con la suya. Todas las estrategias o tácticas ejecutadas en estos últimos dos años, se parecen mucho a las de los tiempos en que Fidel Castro daba sus primeros pasos en el poder. Con razón Maduro viaja a menudo a La Habana. Asesorado (según se lee) por el Grupo Dos (G2) de inteligencia cubana, ataca y contraataca a los que él considera sus contendores. Es una “guerra” sin cuartel. No desea perderla. Si esto ocurre, adiós “revolución del s. XXI”. Por ello no les importa saltarse o trasgredir algunas normas constitucionales. En este camino se “restearon” con la muy mentada constituyente. Según Maduro, es “el primer anillo de protección…Es el primer golpe”. Las contradicciones se multiplicaron. Basta leer el artículo 347 de nuestra Constitución para darnos cuenta que se montaron en la trasgresión.
La muletilla utilizada para las elecciones fue la “consolidación de la paz”. Pero el verbo empleado por Maduro dista mucho de este constructo. La amenaza es su principal arma para amedrentar a sus oponentes. Pareciera que poco le importa la opinión de las naciones, que a decir de las redes, son muchos los países que pusieron su mirada en Venezuela.
Con las elecciones para elegir gobernadores en los 23 estados, acabó prácticamente con la Mesa de la Unidad Democrática (MUD); y para demostrar que aún tiene poder, ha asistido a todas las tomas de posesión de los candidatos del Partido Unido de Venezuela (PSUV). Desde la tarima lanza amenazas contra todos los que han osado enfrentarlo en unas elecciones consideradas “fraudulentas”. Su discurso es altisonante. No deja de recordarles a los cinco gobernadores electos que si no reconocen a su constituyente, irán presos. Así como lo lee. Presos. En una oportunidad se atrevió a decir: “No como coba”. Es decir, que no piensen aquellos intentar enfrentarse a su régimen. Dijo que serán derrotados una vez más. De hecho asomó la idea de las elecciones legislativas. Y aquí el alerta: cuidado pues si al CNE no las convoca para este próximo mes de diciembre.
En síntesis, los analistas sociales, políticos y económicos prevén que con estos hechos ocurridos en el país, la situación, lejos de mejorar, será mucho más complicada. Si hacemos un paneo en el sector económico, podemos observar que el fracaso del régimen ha sido en picada libre. No es necesario enumerar las calamidades. Con el índice inflacionario es más que suficiente. Ahora mismo, si le echamos una ojeada a los altos costos de los productos de primera necesidad que se pueden conseguir, después de las recién elecciones, podemos escuchar los “no jodas” que se repiten por doquier. El régimen y los radicales peuvistas, el fracaso se lo adosan a la “guerra económica” que tienen los empresarios contra el pueblo. Incluso, acusan al Sr Donald Trump de ser el responsable, debido a las sanciones que recién acaba de anunciar contra altos jerarcas del proceso. “Cosa más falsa”, diría un cubano. Porque esa mentada “guerra económica” tiene tiempo incrustada en los hogares de los más desposeídos. En quienes tienen tres, cuatro y hasta siete miembros en la familia. En las madres solteras. En los hombres y mujeres de la tercera edad metidos en largas colas bancarias para recibir su pensión. Es decir, una “guerra económica” que, según expertos en esta materia, no ha podido ser derrotada por las malas políticas desarrolladas por el régimen. Miren lo que hoy sucede con el billete de 100 Bs. ¿De quién es la “guerra económica”? Con amor y sin odio, para la reflexión, se abre el debate pues.
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(Alfredo Monsalve López)
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