«Las encavas pueden transitar por Rubio»: Piden rectificar la suspensión de interurbanos en frontera
28 de abril de 2024
Carlos Casanova Leal
Así se desprende de los estudios de opinión que realizó la encuestadora Delfhos, que ubican la esperanza del pueblo venezolano en un 52,2 %, frente a un 22,2 % que está pesimista, y un 20,3 % que expresa su indiferencia.
Aquí tenemos una primera tarea, mantener el espíritu de esperanza y sembrársela a los pesimistas, y sacar de la indiferencia al resto; esto se debe realizar con políticas, propuestas y narrativas para vector identificado. Ya que un 84,1 % quiere cambio de gobierno en el país.
No obstante, es indispensable la recuperación de la imagen de los políticos, que redunda en una profunda crisis de liderazgo, los ciudadanos aseguran que los partidos les dan prioridad a sus intereses, están divididos, no hay líder, está inmovilizada, no sabe qué hacer, y solamente le trasladan la responsabilidad al ciudadano.
Tiene el ciudadano una convicción sobre las razones por las que no hemos salido del comunismo, en el hecho de considerar que la oposición está infiltrada por el régimen y que, a su vez, ha comprado dirigentes; por otro lado, afirmaciones en cuanto a que cuando se logran espacios de gobierno, diputaciones o concejalías, no se ve reflejado en formas de gobierno que hagan diferencia con el chavismo, y sean transparentes en cuanto a los gobiernos digitales.
Es importante destacar que cuando el ciudadano considera que no hemos salido del comunismo por responsabilidad de la oposición, es por lo que los que ciertamente sean opositores al régimen deben detenerse, reflexionar, dejarse asesorar y reenfocar la lucha desde todos los espacios, no solo los electorales.
El tema electoral, por ejemplo, encuentra hoy a la oposición como el régimen quería, dividida y enfrentada.
La comunidad internacional no entró en la trampa de lo que Maduro llama “las oposiciones” y al convocar al régimen al diálogo, convocó a los partidos a los cuales el CNE les quitó las tarjetas, esto es, convocó a los dirigentes de los partidos que no participaron en las elecciones de diciembre próximo pasado, en razón de que no reconoce la comunidad internacional ni esas elecciones, ni al producto de ellas.
Un grave problema que enfrentamos desde los estados es el hecho de que las decisiones políticas de todos los partidos se toman en Caracas, y ahí se definen acuerdos y candidatos, para el ejercicio de la vida política es necesario tener y dejar cosas en claro, se esté en favor o no de elecciones.
La oposición orgánica está dividida, y una primaria no es un mecanismo unitario, es un mecanismo para escoger un candidato entre varios, pero no responde a una política unitaria, que es otra cosa: Articulación conjunta en tareas de base, de metas por lograr, de objetivos, de narrativa frente al discurso del régimen, es contar con una visión compartida de municipio y estado.
Es compartir las mismas banderas frente al reclamo nacional, es tener identificado al adversario en su exacta dimensión, no puede ser que un precandidato considere que estamos en una democracia imperfecta, con debilidades, cuando otros califican como inexistente la democracia por estar en dictadura. Visto así, los precandidatos incursos en estos hechos no representan lo mismo y, por lo tanto, no hay valores compartidos y no hay unidad, que es el valor supremo de la sociedad.
Desde Creemos Alianza Ciudadana se está articulando junto a otras ONG, como CEDE, Transparencia Venezuela-capítulo Táchira, las organizaciones de defensa de DD.HH., la Alianza Anticorrupción y otras, un proyecto mínimo del Táchira y para el Táchira, de cuáles son los caminos por recorrer en el restablecimiento de una oposición que tenga por prioridad hablar y decidir por el Táchira, que logre superar los escollos que Caracas pone, y podamos reconstruir una poderosa oposición en el estado más batallador frente al régimen.
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