Existe un cambio en la política exterior tanto de EEUU como de la Comunidad Europea en temas como la seguridad y la defensa regional; así como una reevaluación sobre el papel de las instancias internacionales en cuanto al fortalecimiento de las democracias. Los hechos indican que se endurece la política exterior para preservar la seguridad regional.
Se habla de seguridad cuando se ve amenazado el orden interno y las amenazas al orden externo nos ponen en discusión de la defensa.
Los Estados forajidos han crecido en el mundo, el terrorismo expande sus acciones y penetra países, el “eje del mal” se mueve en Europa y en América, el narcotráfico. El propósito político es la liquidación de los derechos civiles y la anulación del disidente; persiguen agotar el modelo liberal democrático para que surja el modelo autoritario.
El coctel es explosivo en Latinoamérica si consideramos que el mayor cartel de la droga de la región son las FARC, que participan con libertad en la campaña electoral colombiana, apoyándose en movimientos bolivarianos para la nueva Colombia, reconociendo su carácter marxista como ideología. Las FARC en Colombia lograron en los diálogos de Paz lo que ningún partido político tiene: Parlamentarios sin ser electos, emisoras de radio para su promoción y el financiamiento de los reinsertados. Pero siguen siendo el partido financiado por la droga. En Brasil, al PT, partido de los trabajadores, el Gobierno le interceptó 500 billones de dólares provenientes de Cuba para financiar su campaña, pretendiendo burlar los controles haciéndolos pasar por medicamentos. De Venezuela se ha usado toda su riqueza para financiar movimientos sociales en todo el mundo, los milmillonarios chavistas por el mundo comprando medios de comunicación para lograr influencias.
¿Qué sucedió? Cuba y Fidel Castro lograron usar a Chávez y ahora a Maduro para convertir al país en válvula de expansión del proyecto internacional comunista y anti-imperialista. Lograron socios en ese propósito: Rusia, China, Irán. El primero como proveedor de armas, el segundo con la penetración del comercio de bajo costo y el tercero la infiltración terrorista.
La estrategia, ganar democráticamente y luego cambiar las constituciones por la vía electoral, imponer un nuevo pensamiento militar y avanzar en los modelos cívico militares como formas de gobierno.
Por fortuna en Brasil, Argentina y Ecuador se logró revertir el proceso, por no haber controlado los poderes públicos y las fuerzas armadas siguieron fieles a sus constituciones; no así en Nicaragua, Bolivia
El aumento de las sanciones de la comunidad europea, la renuncia obligada de Thomas Shannon, el mejor aliado del comunismo desde la perspectiva de los demócratas, hace suponer que las políticas cambiaron para Venezuela y para Cuba.
De ahí la importancia de la visita de Rex Tillerson, secretario de Estado de los EEUU por algunos países latinoamericanos, quien busca consensos sobre las políticas que aplicará.
La comunidad internacional dejó que el monstruo creciera hasta que comenzó su expansión totalitaria. Venezuela está clasificado desde hace algún tiempo igual que Cuba de ser gobiernos forajidos y fallidos.
Estos argumentos ayudan a comprender las razones del porqué los venezolanos solos no podemos poner fin con este modelo, que no es alternativo, no es democrático y es una parte de un todo que representa la política exterior de Irán, Rusia, China y Cuba.
Nuestro problema tiene dos dimensiones, la interna y la externa. Es por ello que las fuerzas democráticas tenemos que alinearnos con la comunidad internacional para recuperar la democracia. Esto es más que una elección presidencial, es mucho más que el ego de unos candidatos.
Despido este artículo con una afirmación: “Llegó el momento de que los países decidan si apoyan la Libertad o apoyan a Maduro. En Venezuela habrá cambio de gobierno por dimisión de Maduro o por sublevación militar” Rex Tillerson (Carlos Casanova Leal)