Asesinan a reciclador venezolano en Cúcuta
20 de abril de 2024
Alfredo Monsalve López
Se aspira a que las familias del territorio venezolano, a partir de los sufragios del domingo pasado, tengan mayor capacidad adquisitiva y un modo de vida verdaderamente digno. Porque las “ofertas” de la gran mayoría de candidatos de los partidos políticos que participaron en la contienda electoral son muy ambiciosas. Arreglos de la vialidad, del sistema eléctrico nacional (porque la catástrofe es en toda Venezuela), suministro de agua potable cristalina y pura (ya no más agua turbia), hiperinflación cero, transporte público de calidad (sobre todo el Sistema Metro de Caracas), cero corrupción, (creo que no ofrecieron las llamadas “cajas Claps”), hospitales de primera línea, mejor y más educación, construcción de “tantas” casas por año, dotación de material didáctico en las escuelas y liceos, laboratorios de ciencias con suficientes reactivos para las investigaciones de los muchachos, el regreso de millones de migrantes venezolanos que andan esparcidos por el mundo con sus múltiples necesidades; en fin, el etcétera de necesidades que padecen las familias venezolanas, se pierde en el lejano horizonte. Y mire usted los millones de compatriotas que están pasado “las de Caín”. Es decir, no es “cuento chino” la problemática que, hasta este domingo electoral, están experimentando decenas de millones de camaradas.
A Dios gracias, amigo lector, deje usted de sufrir. Porque ya con los que ganaron el poder que les corresponde a cada concejal, cada alcalde y a cada gobernador, Venezuela será otra. Ellos sudaron la “gota gorda” (como mentaba mi abuela Candelaria González) ofreciendo “villas y castillos” a los hombres y mujeres que habitamos esta otrora próspera nación. ¡Aaaah!, se me escapaba la inseguridad personal y de bienes muebles, así como las invasiones de viviendas por los desposeídos. Los que llaman los “descamisados”. Ya eso no existirá en Venezuela. Nuestra hermosa patria no seguirá retrocediendo a los años donde a los perros se les amarraba con longanizas. Y discúlpenme amigos míos el símil, pero hubo esa época. Incluso, en los años 30, 40 y la mismísima década de los 50, no había vehículos automotores. No por falta de repuestos como ahora, sino porque eran pocos los que llegaban a Venezuela.
Me imagino que con todas las ofertas de los candidatos en sus respectivas campañas (hoy ya ganadores), la gente no tendrá necesidad de salir a la calle a protestar y reclamar, de manera pacífica, sus derechos constitucionales. Y si lo hacen, tampoco serán reprimidos por los gendarmes o cuerpos de seguridad del Estado. En definitiva, y a manera de reflexión, las familias que ocupamos el territorio venezolano, tendremos una forma de vida diferente. A partir de los sufragios del domingo 21 pasado, ya nuestros niños podrán desarrollarse con una alimentación balanceada. Los comedores volverán a ser lo que eran. Con sus comidas y meriendas gratuitas. Se acabó la basura en las principales calles y avenidas mostrando desidia. Ya eso pasará a la historia. Nuestros nietos podrán realizar sus ejercicios sobre las bicicletas y desplazarse mejor. Sin el hedor de los desperdicios. Porque ahora no existirán los huecos en las vías. Y se jodieron los vendedores de velas. Porque ahora habrá iluminación permanente. Debemos estar tranquilos porque las ofertas o promesas de los políticos que obtuvieron el poder, serán cumplidas en esta Venezuela llena de trillones de reservas de gas. País con la más grande reserva en petróleo del Planeta Tierra. Estamos “forrados” de minas en oro, bauxita, diamante, coltán, acero, hierro, y pare usted de contar la gran magnitud de recursos que tenemos. En función de todo lo expuesto anteriormente, me pregunto: ¿será una utopía o un sueño hecho realidad? ¿O es otra oferta electoral más?
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