Es preocupante el retraso por parte del Banco Central de Venezuela (BCV) de la información sobre los principales indicadores macroeconómicos, como Inflación, PIB, Reservas internacionales, Oferta Monetaria, liquidez, empleo, etc., lo cual afecta negativamente la actividad económica en el país, asegura el economista Dilio Hernández, director del Centro de Investigaciones y Análisis Prospectivo, CIAP.

Humberto Contreras

–Este retraso, que se ha convertido en una práctica común en los últimos años por parte del ente emisor, tiene efectos muy importantes en la economía; efectos por supuesto negativos, porque los agentes económicos se encuentran prácticamente a la intemperie, en cuanto a la información que deben manejar para el desarrollo de sus actividades.

–Las estadísticas que tenemos hoy en día -señala el experto-, las hacen economistas por su cuenta, o las hacen algunas agencias privadas de estimaciones económicas, o algunas instituciones públicas, especialmente universitarias, que con los pocos recursos que se tiene, hacen algunas estimaciones y que son actualmente las fuentes principales ante la ausencia de la información oficial, que repito, sigue siendo una conducta común en los últimos años.

Indica Hernández, economista tachirense y profesor universitario, que esta carencia informativa no solo está limitada al Banco Central, pues también se aprecia en otros organismos como el Instituto Nacional de Estadísticas; Sudeban, Seniat, en fin, entes que tampoco presentan información actualizada de las actividades económicas en el país.

–La ausencia de esta información es tan grave, que ahora las cámaras empresariales son las que incluso dedican esfuerzos y recursos para tener esta información directamente con sus afiliados, con las limitaciones que esto representa, desde el punto de vista de la investigación y de la información, pues los afiliados tienden a ser muy cautelosos en el suministro de datos para uso público, por razones obvias, tanto de carácter fiscal como de tipo comercial.

Y, además –agrega-, porque estas instituciones empresariales representan ahora, como todos sabemos, un sector cada vez más reducido, dado que gran parte de la actividad económica se ha desplazado hacia el sector informal, como consecuencia de la crisis en la que se ha visto envuelto el país en los últimos años. A eso hay que sumar que, según el índice de economía informal que existe en el país, calculado conservadoramente por encima de 70 %, es un sector del cual no se obtiene información estadística válida, porque carece de los mecanismos apropiados para suministrarla.

Impacto en el sistema productivo

La ausencia de indicadores económicos, explica el doctor Hernández, tiene impacto en todo el sistema productivo y de comercialización de bienes y servicios en el país.

–Entre los principales efectos que tiene esta ausencia de información sobre los indicadores, podemos apreciar, por ejemplo, el caso de la Inflación. Nosotros ya empezamos el tercer mes del primer trimestre, y a esta fecha aún no hay cifra oficial de cuál ha sido el comportamiento de la inflación, aun cuando por información extraoficial, sabemos que está bordeando 50 %.

Esto hace que las expectativas sobre el comportamiento de la inflación se hayan disparado, y que el fantasma de la hiperinflación esté rondando de nuevo la economía venezolana. De hecho, ya hay estimaciones de que este año, la inflación pueda estar en índice de tres y hasta cuatro mil por ciento.

En el caso de la Liquidez, por ejemplo, otro indicador importante para el manejo de la actividad económica, también se observa una gran opacidad. No solamente por parte del Banco Central, sino por otros organismos que deben atender este comportamiento.

La liquidez, como todos sabemos, es un insumo fundamental para poder ver cuál es el impacto que tiene, por ejemplo, en el índice inflacionario, pues está muy relacionada con la cuantía del circulante en el mercado. Y en un país donde la elaboración de dinero inorgánico es muy común también, pues este proceso tiene un efecto muy directo en el resto de la economía.

Por ejemplo, indica Hernández, nosotros estimamos que hoy en día, la oferta monetaria está por encima de los 22 mil millones de bolívares, y eso es lo que ha hecho que el comportamiento tanto de los precios, que se ha reflejado en los índices inflacionarios, como en el desplazamiento de la tasa de cambio, haya sido bastante elevado.

Incluso, continúa, es tan directo el impacto del exceso de liquidez, que algunos afirman que el BCV es el principal manipulador del mercado cambiario, al inyectarle permanentemente divisas con el propósito de obtener dinero, para atender, por supuesto, la necesidad y las obligaciones que tiene el Estado, con menos dólares, porque la oferta de divisas no ha crecido, ya que la economía sigue en un proceso de congelamiento de la reactivación, y eso se ve perfectamente en el comportamiento de la industria petrolera que es nuestra principal fuente de recursos.

Nosotros estimamos que este año, por ejemplo, de no corregirse esta anomalía en el manejo de la liquidez monetaria, la cotización del dólar seguirá desplazándose hacia arriba, y los pronósticos son impredecibles, porque dependen mucho de cuál es el interés que tenga el gobierno, en congelar el precio de la divisa, para tratar de reducir algunos indicadores macroeconómicos.

Otro indicador que sigue siendo opaco, se refiere al nivel de empleo. Allí, los agentes económicos manejan una data que indica que aproximadamente 70 % del mercado laboral nuestro, está concentrado en el sector informal, y algunas agencias internacionales estiman que está por el orden de 50 %, mientras que las cifras que ofrece el Gobierno apenas lo colocan rondando 10 %. Es una enorme distorsión, debida precisamente a la ausencia de datos reales, y eso por supuesto impide que quienes quieran hacer inversiones en el país tengan dificultad para planificar.

Igual, el comportamiento de la Balanza de Pagos es otro indicador del cual no se consigue información actualizada. Aquí las estimaciones de Exportaciones o de Importaciones, el nivel de inversión foránea, la cuantía de las remesas, es decir todas estas son informaciones que no se manejan en términos oficiales, y por ello, abundan datas que son en su mayoría aproximaciones al comportamiento real de estos indicadores, que tiene un valor importante a la hora de tomar decisiones, sobre todo en el campo de la inversión foránea, en un país donde ésta, como sabemos, ha venido reduciéndose prácticamente a los límites más bajos que hayan existido en la historia económica del país.

De tal manera que podemos decir que esa ausencia de información de parte de los organismos del Estado y especialmente de parte del Banco Central, constituye un elemento perturbador en las expectativas de crecimiento económico y de reactivación económica del país.

Los agentes económicos requieren de una información veraz, actualizada, que permita planificar la actividad económica, y prever la inestabilidad que hay en todo mercado. Y eso no es posible, si no hay una información oportuna que facilite la toma de las decisiones que tienen que tomar los agentes económicos.

El llamado es precisamente, a que, sobre todo el BCV se avoque a dar la información que se requiere y que facilite la toma de decisiones necesarias en una economía que sigue siendo, o como decimos, está en observación clínica, porque no termina de arrancar como debe hacerlo, para reducir los niveles de desempleo, los niveles de pobreza y toda esta problemática que ronda la economía venezolana.

 

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