Un domingo sin mayores señales de ser jornada electoral para autoridades regionales, que ni para bien ni para mal alteró la dinámica propia de ese día de la semana en San Cristóbal este 25 de mayo.

 El flujo vehicular y peatonal nada estático, que en nada se vio interrumpido por los preventivos cierres de vías en los alrededores de los centros electores.

 Cumplir con las tareas cotidianas, e incluso religiosas, propias de ese día de la semana, no fue complicado para quienes sí se dispusieron a depositar el respectivo sufragio.

 En los templos católicos, la concentración de vehículos y personas, este domingo 25 de mayo, superó a la que se veía en los centros electorales. Los comercios abrieron en la modesta proporción de un día no laborable; que también se reflejó en el transporte público, que no paralizó su actividad.

 Y fue así en tanto no se presentaron mayores esperas en las afueras, ni colas al interior de las instituciones educativas dispuestas bajo el protocolo del CNE con apoyo del Plan República.

 El votante atendido y saludado por los efectivos del Plan República, apoyados por la reserva militar, podía ir directamente a su respectiva mesa, previa verificación en listas colocadas en lugar visible, y en cuestión de 5 minutos o menos consumaba su sufragio.

En un recorrido que incluyó La Concordia, el este de San Cristóbal, Barrio Obrero y el centro, alrededor del mediodía, el panorama que ofrecían los centros electorales era casi el mismo de una concurrencia a cuenta gotas.

 Al equipo periodístico de Diario La Nación, el Plan República le permitió amablemente el ingreso a los centros de votación, aunque bajo la restricción de no tomar imágenes de las mesas, y con la solicitud de dejar constancia fotográfica de nuestra presencia en el lugar. También los funcionarios del CNE ofrecieron amplia información, aunque recordaron sus limitaciones en tanto conceder declaraciones a la prensa.

Freddy Omar Durán