Regional
Afecta a estudiantes arreglo de tuberías frente al liceo Francisco de Miranda
10 de junio de 2023
Una vieja deuda pendiente con la vialidad de La Cueva del Oso sigue sin cancelarse por parte de los organismos regionales y municipales; pero la misma debe pasar por el arreglo del sistema de aguas blancas y negras, que por varios puntos de su vía principal ha colapsado.
Freddy Omar Durán
La colección de huecos desde donde aguas de todo tipo brotan o que sencillamente ha sido ocasionado por el efecto corrosivo de las corrientes que por allí fluyen con libertad, coloca al sector al borde de la intransitabilidad.
Precisamente en el propósito de arreglar el acueducto rural, se tuvo que romper parte de la vía principal del sector, y se rellenó la zanja allí abierta levantándose un promontorio que pasa por todo el frente del Liceo Francisco Miranda, representando un riesgo tanto para vehículos como peatones que transitan por ahí, especialmente la población estudiantil de la mencionada institución educativa.
A Randy Tapias, como vecino del sector y graduado de bachiller en ese plantel, le duele que los trabajos de refacción del acueducto rural hayan dejado tan riesgoso montículo, cuyas capacidades para hacer daño ya pueden ser testimoniadas por conductores y caminantes.
–Un día vi unos niños que iban a sus clases, y con la lluvia el terreno se hizo resbaloso y casi se caen en un hueco— relató Tapias.
Los vecinos de La Cueva del Oso ya han perdido la cuenta del enorme gasto que ha representado en dinero calcular mal la maniobra con el automotor y terminar colapsado en ese obstáculo. No pocas veces han tenido que salir a prestar la ayuda al prójimo accidentado.
–Resulta ser que el otro día, un motorizado se clavó en una cuneta. También un busetero en retroceso se le metió una piedrota de esas del relleno en la “pocha”, y se tuvo que darle a la piedra para partirla porque se podían reventar los cauchos— agregó Tapias.
Denuncian los vecinos que ya han pasado meses de esas cárcavas mal selladas, que incluso se han hecho en otros puntos de La Cueva del Oso, y que tal vez se tengan que volver a abrir pues así lo requeriría hasta que los trabajos del acueducto rural están en óptimas condiciones para así proceder con el tan anhelado asfaltado.
El bote de agua que obligó a destapar la vía y cambiar tuberías ya llevaba alrededor de cinco años, y estaba socavando inmisericordemente el asfaltado. No obstante, representantes de la comunidad educativa piden que se corrija lo que quedó destapado, pues no vaya ser que por arreglar un mal vayan a dejar algo peor.
Preguntado sobre las necesidades del Liceo Francisco de Miranda, un docente subrayó que son muchas, y se relacionan con una infraestructura construida en un terreno en declive e insertada en una depresión. Por ese motivo se ha convertido en un depósito de las lluvias.
Muchas labores de refacción podrían beneficiar a la planta física, pero el hecho de que se trata de una propiedad privada entregada en comodato al Ministerio de Educación no las ha permitido.
–Hemos recibido mucha ayuda de la comunidad y también de los comercios que operan por Cueva del Oso; pero realmente tenemos un déficit de mesas-sillas, y los baños requieren reparación de tuberías, aunque están usándose. Por la parte de atrás hay muchas filtraciones por el relleno que absorbe mucho, y un aula tuvimos que deshabilitarla, pues está muy húmedo. Estamos trabajando con mucho cariño y dedicación, pues la infraestructura está bastante deteriorada— afirmó un representante de la institución que prefirió no identificarse.