“En los últimos meses han aumentado de una manera importante las solicitudes de cupo para ingresar abuelos a las casas hogares que operan en el estado Táchira; sin embargo, en la mayoría de los casos la respuesta es no, debido a que no hay capacidad en estos lugares para tender una mano amiga”.
Nancy Porras
Así lo expresó el doctor Carlos Fuentes, consultor jurídico de la Diócesis de San Cristóbal y asesor de las casas hogares, quien explicó que este incremento de solicitudes para atender más abuelos se debe sobre todo a la difícil situación económica que están atravesando muchas familias.
“Las familias no tienen para sufragar la cesta básica de alimentos. No tienen cómo comprar y entonces se ven en la necesidad de pedir un cupo, al ver que sus abuelos están pasando necesidades”, dijo.
Precisó que “en el hogar María Madre de los Pobres había abuelos deshidratados y aceptaron a dos que se encon traban en el Hospital Central; el último es un señor que estaba en el área covid-19, fue dado de alta, pero no tenía un lugar adónde ir y entonces los médicos residentes llamaron pidiendo ayuda y se le ubicó en el Medarda Piñero”.
Para Fuentes, lo que se está viviendo, la carestía de la vida, hace que familias demasiado humildes, sin recursos, se vean en la necesidad de buscar otra forma de auxiliar a los abuelos. “Es un situación muy difícil”, aseveró.
Explicó que, a pesar de todo, los abuelos de las casas hogares están bien, sobre todo tienen salud; el covid-19 desapareció, pero las restricciones de visita siguen; tienen alimentos; sin embargo, continúan pidiendo para que no les falten comida y fármacos en las despensas.
“La campaña es que esos corazones generosos no dejen de colaborar con todas las casas; ellos saben lo que se necesita, sobre todo medicamentos, que subieron un 60 %, y los pañales también aumentaron y a veces nos vemos en la necesidad de tener que comprarlos”, dijo.
— La gente colabora, expresó orgulloso; si no fuera por el corazón generoso de los tachirenses, necesariamente, las casas habría que cerrarlas porque no tenemos aportes.
La primera dama del estado, Karem de Bernal, ha estado muy pendiente, dedicada a toda la actividad del adulto mayor; tiene un equipo muy valioso; en una casa hogar se necesita una ambulancia para trasladar un abuelo, se contacta y responde.