Asesinan a reciclador venezolano en Cúcuta
19 de abril de 2024
Según lo que se ve en las consultas, el cáncer de mama registra un incremento en el estado Táchira y no solo se observa en pacientes de 40 y 50 años, sino en jóvenes que oscilan en edades de 25 y 30 años, estimó la mastóloga Nelly Núñez
El dato…
La falta de equipos y personal especializado impide que se haga un diagnóstico a tiempo.
Nancy Porras
Cubre de un miedo que paraliza, sobre todo a las mujeres. La edad ya no es determinante. Tocarse es importante. A tiempo, las esperanzas de vida son mayores. Muchas veces traiciona. El temor a morir siempre está latente. Algunas han superado, entre lágrimas y oraciones, esta prueba de vida. Hoy están airosas y gritan a todo pulmón: “¡gané la batalla!”.
En este mundo gira el diagnóstico de cáncer de mama, patología que aumenta el número de casos anuales, en la mayoría de países, punto gris que incluye a Venezuela.
El cáncer de mama es una enfermedad en la cual las células de la mama se multiplican sin control.
Un bulto nuevo en la mama o la axila (debajo del brazo). Aumento de la piel de la mama. Enrojecimiento o descamación en la zona del pezón o la mama, son signos de alerta y, por ende, de atención inmediata.
Muchos deseos de vivir
En pocos casos, en el inicio causa dolor. No obstante, así comenzó el caso de la señora Pabla Rosa Bohórquez, quien en el mes de febrero de este año, en pleno carnaval, sintió puntadas en el seno derecho.
Ella acaba de cumplir 60 años, vive en Santa Bárbara del Zulia, y allí se hizo un eco mamario, el ecografista le sugirió una mamografía y que la viera un mastólogo.
Se trasladó a San Cristóbal y se hizo ver por la mastóloga Nelly Carrero, quien la evaluó y hubo biopsia. El 17 de marzo le entregaron el resultado: positivo.
Esa misma tarde volvió a consulta con la doctora, quien le indicó hacerse ver por un oncólogo.
La especialista en oncología la evaluó el 18 de marzo y el 20 de ese mismo mes se sometió a su primera quimioterapia, porque, de acuerdo con las indicaciones del especialista, debía hacerse primero unas quimios, para luego operarse, ciclo que finalizó el 18 de agosto pasado.
Hoy tiene 13 días de operada y acudió a la Unidad de Radioterapia del Hospital Central, donde fue atendida por la doctora Laura Colmenares.
“Estoy mejorando, gracias a Dios. El proceso ha ido muy bien, aunque estoy un poquito atormentada porque la doctora me dijo que debía hacerme más radioterapias, y eso es incómodo y muy costoso. Estamos viendo si podemos trasladarnos a Cúcuta, no hay de otra, porque en Venezuela solo hay en el privado y son muy caras”, contó la señora Pabla.
Mamografía: estudio indispensable
El doctor Antonio Petrilli, médico mastólogo, conversó con la periodista Yamile Jiménez en el programa radial “Yamile a las 12”, transmitido por Éxtasis 97.7, sobre el cáncer de mama y precisó que este tipo de cáncer cuando está empezando no manifiesta síntomas; el más común, cuando ya aparece, es el tumor.
“La prevención más efectiva es hacerse la mamografía, es el único método que ha demostrado que puede diagnosticar cáncer, antes que se toque”, dijo.
Sin embargo, uno de los factores que retardan el diagnóstico de esta patología es el temor de la paciente, de que le digan que tiene cáncer, que debe hacerse una mamografía y que le quiten la mama.
Para disminuir el riesgo se debe atender el estilo de vida, debe ser saludable, debe comerse poca grasa, harinas, hacer ejercicio, se recomiendan entre cuatro y seis horas semanales; el simplemente caminar logra disminuir a largo plazo el riesgo de cáncer.
Sube el número de casos
La mastóloga Nelly Carrero, luego de pasar seis horas en quirófano y atender consulta, se tomó un descanso y gentilmente accedió a hablar.
Al referirse a la incidencia de cáncer de mamá en el estado Táchira, expresó que hay subregistros de la enfermedad, no se están dando cifras reales; sin embargo, lo que se ve día a día en la consulta es que el cáncer de mama está subiendo, las cifras son importantes, y está apareciendo en pacientes de edades no acostumbradas a encontrarlo.
—Eran pacientes de 40 y 50 años, pero hoy en día vemos a pacientes menores de 30 años, hasta de 24-25 están presentando la enfermedad—.
Según el ministerio de Salud, el Táchira era el sexto estado en incidencia de cáncer de mama, pero las cifras no están actualizadas.
Primera causa de mortalidad
El cáncer de mama es la principal causa de mortalidad en las mujeres. En 2020, alrededor de 685.000 mujeres fallecieron como consecuencia de esa enfermedad.
Es el de mayor incidencia en 2020, superando al cáncer de pulmón, con 2.3 millones de nuevos casos, es decir, casi el 12 % del total de los diagnósticos de la enfermedad.
El cáncer de mama es el más común entre las mujeres y el que más muertes causa en el mundo.
En el caso de Venezuela, la situación de las pacientes oncológicas empeora cada año debido a la destrucción del sistema de salud del país. De acuerdo con la Alianza Nacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, solo en 2019 murieron más de 2.800 mujeres.
Se dice que, en promedio, la mujer venezolana pierde 19 años de vida por el cáncer de mama.
En este país no hay personal capacitado, tampoco equipos de mamografía ni de radioterapia. Por ende, se prevé que la incidencia de muertes por la enfermedad aumente.
Difícil acceso a los medicamentos
Los medicamentos se obtienen a través de los entes públicos, básicamente el IVSS, pero llegan muy poco, no suplen la demanda de medicamentos oncológicos para pacientes de cáncer de mama.
Muchos se ven obligados, para iniciar o continuar el tratamiento, a buscarlos en Colombia, expuso la doctora Carrero.
Tienen que luchar contra su enfermedad, con la pandemia y la situación país, en el caso de las mujeres venezolanos afectadas, advirtió la doctora Carrero, quien al mismo tiempo asegura que esto retrasa el tratamiento porque son menos los que pueden pagar una consulta, hacerse un procedimiento diagnóstico, como es una biopsia u otro tipo de estudios, y por consiguiente, hay retraso en el tratamiento.
Sumado a esto, no hay equipo de radioterapia en el Táchira, tiene dañado cerca de cinco años.
En el marco de la pandemia, los servicios de atención oncológica y de diagnóstico oportuno de cáncer de mama están prácticamente paralizados, mucho personal valioso ha tenido que irse a fin de conseguir situaciones favorables para su familia, y esto influye en el retraso del diagnóstico y tratamiento de los pacientes; tampoco hay material quirúrgico en los hospitales por la situación país, aseveró la doctora Carrero.
Según cifras de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela, la falta de diagnóstico para diferentes tipos de cáncer, especialmente mamografías y citologías, se debe al desabastecimiento generalizado de equipos e insumos necesarios para su realización.
Más casos de jóvenes
Para directivos de la Fundación Senos Ayuda, en el estado Táchira, la situación del cáncer de seno es delicada, porque hay muchas muchachas, muy jóvenes, que están siendo diagnosticadas con esta patología y antes se decía que el riesgo era de los 40 años en adelante.
“Las mujeres deben hacerse la mamografía y eco mamario y practicarse siempre el autoexamen, que es un procedimiento muy sencillo y ayuda bastante, porque cuando está empezando es muy pequeñito, pero va creciendo y es más peligroso”, expresó la presidenta de esta fundación.
—Lo que se ofrece es ayuda psicológica, para embellecerlas y alzarles un poco el ánimo se prestan las pelucas de cabello natural, hasta que ya salgan de este tratamiento; se estaban donando sostenes con prótesis, pero no han llegado las prótesis y quedan pocos sostenes; no obstante, vamos a ver cómo se hace, poco a poco, para que pase esta situación, pues la idea es retomar la charlas y las donaciones— sostuvo.
La Sociedad Anticancerosa de Venezuela, proyectó para el año 2019 un incremento de 11 % en la mortalidad (13.291 decesos), respecto al año base-2014 (12.010 decesos), es decir, se estimaban 7 fallecidas más por cada 100.000 habitantes.
Siempre hay un antes y un después
En medio de las estadísticas que hoy rodean el cáncer de mama, la pediatra Blanca Sanguino no se cansa de agradecer a Dios por ser una de las sobrevivientes de esta enfermedad, desde hace 21 años.
Cree en la prevención. Se hizo la tomografía, la primera mamografía, a los 40 años. “El informe reportó normal, pero existe un 10 % de probabilidad de ser positiva”. Después de ser evaluada en control, luego de dos años reportó calificaciones benignas en la mama derecha.
Al ser portadora de hipertrofia mamaria se hizo una mastoplastia reductora, una parte de ese tejido fue a biopsia y reportó lesiones malignas; al hacerse el control, a los seis meses, se apreciaron en los estudios que las calificaciones se habían multiplicado.
Los médicos tratantes deciden extraer solo el tejido afectado. “Quedé devastada, pasé por todas las fases de negación, porque como médico sabía lo que venía; miedo a la quimio, a estar enferma”, pero se centró en que no podía deprimirse, porque eso es alimento para el cáncer.
Deciden los médicos hacer una mastectomía radical, porque era un cáncer muy agresivo, a pesar de no haber tumor sino cambios celulares, y pidió que la mastectomía fuera bilateral, entendiendo que, según las estadísticas, se hace la imagen espejo.
Le practicaron la mastectomía bilateral con la reconstrucción simultánea y colocación de la prótesis, fue la segunda que se realizó en el estado.
Entró a la cirugía a las once de la mañana y salió a las seis de la tarde, pero fue reintervenida a las dos horas por hemorragia; pensó que se iba a morir cuando regresó a pabellón.
Pero no sentía nada, estaba indiferente, veía cómo corrían y sus hermanos lloraban, a pesar de todo sintió mucha paz; cuando despertó, lo primero que hizo fue preguntar la hora.
“Hay una moraleja para todo esto. Yo pienso que los más importante es la prevención, hacerse las rutinas indicadas por los especialistas una vez al año; a mí me funcionó, lo hice en el momento que era”, expresó.
“Es una enfermedad que lo deja a uno marcado, pero hay que buscar la paz interna y espiritual para que no afecte brutalmente; la palabra cáncer significa miedo a morir; pero, alabado sea Dios, en mi experiencia no recibí quimioterapia, mi tratamiento fue quirúrgico, a pesar de ser un cáncer muy agresivo, prácticamente me sometí a una mutilación, una obligada y otra voluntaria”.
A los ocho meses apareció una lesión, pero la retiraron y hasta el sol de hoy está bien, pero está pendiente”, porque siempre hay un antes y un después cuando hacen ese diagnóstico, se aprende a valorar la vida, la familia y los amigos, incluso a los pacientes; vivir ese proceso no es fácil.
“El cáncer es curable si se diagnostica a tiempo. Y tócate, eso es vital”, fue el mensaje que dejó la doctora Sanguino a los pacientes.
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