Desde el 1 de septiembre entró en vigencia el valor del cestaticket en 180 Bolívares Soberanos, tal como lo contempla la Gaceta Oficial Extraordinaria número 41.472, en el Decreto 3.602.
Del mismo modo, por Gaceta Oficial Extraordinaria número 6.397, también fueron establecidos los “precios justos” en los rublos de la cesta básica, cuya sumatoria total de los alimentos llega a un costo de 1.149 Bolívares Soberanos.
Dicha cesta básica contempla un total de 25 artículos considerados de primera necesidad alimenticia. Lastimosamente, el valor absoluto de esos 25 alimentos supera ampliamente la cobertura del cestaticket que reciben los trabajadores y trabajadoras de los sectores públicos y privados.
Sacando cuentas, el cestaticket no cubre ni siquiera 16% de la totalidad contemplada en la cesta básica, basándonos en el “precio justo” que acordó en Gaceta el gobierno nacional. Incluso, el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, aseguró que hubo un incremento del 10% sobre el salario mínimo.
Según la lista promulgada en Gaceta Oficial Extraordinaria el producto de menor costo es la sal de mesa (13 Bs.S), seguido por la sardina fresca (17,50 Bs.S), y la harina precocida de maíz (20 Bs.S).
Ahora, los productos más costosos: carne de res (90 Bs.S), cartón de huevos (120 Bs.S), la carne de pollo (78 Bs.S) y la caraota y atún enlatado (72 Bs.S).
Por ende, con los 180 Bs.S que reciben los trabajadores como parte de pago de su cestaticket, es visible que solo podrán adquirir algunos de estos “productos regulados”, tomando en cuenta su disponibilidad y existencia en los anaqueles de los diferentes supermercados que hay en el país, pues es allí en donde se pueden encontrar a ese precio, algo que no concuerda con el bono alimenticio y los precios acordados por el gobierno nacional.
En ese sentido, el venezolano prefiere dirigirse a los supermercados y abastos venezolanos a fin de ahorrar costos con respecto a sus compras alimenticias, pero lastimosamente se encuentra con largas colas para poder acceder a dicho expendio.
Otro factor es que el individuo solo tiene derecho a adquirir un límite establecido de alimentos, lo que también acorta la duración y disposición del producto en su despensa familiar.
Sin embargo, tras un breve sondeo realizado por el equipo reporteril del Diario La Nación en algunas colas realizadas a las afueras de ciertos supermercados de la ciudad, el ciudadano manifestó que prefiere realizar y “perder varias horas de su día” haciendo estas colas para poder comprar a bajo costo los alimentos, ya que aseguraron que en el mercado informal los precios están “por las nubes”.
Mercado informal
Individuos aseguraron que “en la calle” se consiguen los productos de la cesta básica a precios “exorbitantes”, como por ejemplo, el kilo de carne de res se encuentra en las carnicerías a 380 Bs.S, como mínimo.
Igualmente denunciaron que la harina precocida de maíz oscila entre los 200 y 250 Bs.S, otro rublo de primera necesidad. Incluso, indicaron que en los mercados populares de la ciudad se venden al mayor los productos y en moneda extranjera, específicamente en “pesos”, algo que está prohibido.
A raíz de eso hicieron un llamado a las autoridades competentes para que tomen cartas sobre el asunto y “hagan cumplir la Ley”, pues es el “pueblo de a pie” quien resulta mayor golpeado por esta situación que describieron como “especulación”.
“Nosotros, el pueblo, somos los más golpeados con estos precios y este salario que no alcanza para nada. Tenemos que hacer milagros y sacar plata de donde no la tenemos para poder comprar los alimentos y llevar la comida a nuestros hogares”, comentó uno de las personas en la cola que pidió no ser identificada.
Favio Hernández