Su sueño es crear una escuela de dibujo y contratar personal calificado para atender a alumnos con TEA y aspira tener su empresa de comics y animación en Venezuela
Daniela González
Luego de postularse casi 800 personas, Cesar Román Rosales Sandoval, de 13 años de edad, oriundo de San Juan de Colón en el estado Táchira, fue seleccionado junto a 100 participantes más para ganarse una beca en el programa completo de 1 año de la Academia Olivares, ubicada en la ciudad de Caracas.
César Román es un adolescente con Trastorno del Espectro Autista -TEA- y desde los 2 años de edad comenzó a destacar en el mundo del dibujo y pintura, contó Laura Sandoval, madre del menor. Ante su notable talento, el adolescente junto con el apoyo de su madre decidieron postularlo en la academia de arte, donde llevan a cabo el programa de formación para el arte Olivares-Fundación telefónica.
La beca que recibió por un año, consta de 12 niveles de estudio online, 48 evaluaciones, 48 clases en vivo, 48 clases prácticas y 39 clases teóricas, y será el próximo 8 de enero cuando Rosales Sandoval inicie clases con la gran Academia Olivares.

Laura Sandoval, llena de orgullo, contó un poco más sobre su hijo a Diario La Nación:
«Su curva de aprendizaje fue muy rápida, a los 6 años de edad se interesó en mapas, países, banderas, lugares emblemáticos (…) Actualmente no está estudiando en una escuela regular porque su autismo aumentó por el nivel de estrés y ansiedad tras la poca empatía con los docentes; sin embargo, se encuentra en cursos de inglés, dibujo, lenguaje musical, percusión y matemáticas».
Para César Román, dibujar es su gran pasión, y plasma en papel toda su creatividad, sorprendiendo a quienes tienen la dicha de apreciar sus obras de arte o conocer sobre el mundo y cultura general tras todos los conocimientos que posee el pequeño, quien cuenta con 13 años de edad.
El sueño de César Román
“A corto plazo, aspiro crear una escuela de dibujo para niños con capacidades especiales donde pueda enseñar de un modo personalizado y contratar personal especializado en el área de autismo, pues yo mismo he sufrido por no poder conseguir un aprendizaje que sea a mi ritmo, y me encantaría que los niños de Venezuela y el mundo aprendan a dibujar de una forma espontánea y divertida.
Cuando sea mayor crearé mi propia empresa de comics y animación en Venezuela y contratare a todos esos artistas que fueron alumnos de esas escuelas de dibujo, será un formato muy positivo y de valores donde se impulse a los niños a estudiar, aprender y romper los esquemas”.