Las familias afectadas residen en el sector Las Tapias y están a la espera de una solución
Norma Pérez
Seis familias del sector Las Tapias en el municipio Junín se encuentran sin suministro de agua potable desde 2017, y a pesar que han acudido a diversas instancias en busca de solución a este problema, todavía están a la espera de una respuesta positiva.
José Antonio Torres y Flor Rangel, vecinos de la comunidad afectada, dieron a conocer la grave situación que padecen ante la ausencia de un servicio prioritario.
“Hace aproximadamente seis años, el consejo comunal y la mesa técnica del agua nos quitaron el suministro, debido a que lo que allí funciona es un acueducto privado y señalaron que no pertenecemos al ámbito geográfico”.
Al respecto, Torres explicó que en ese momento lo acusaron de vender el agua, por lo que acudió a la fiscalía y allí le indicaron que, aunque era ilegal lo que estaban haciendo, este organismo no tenía potestad para intervenir; después de esta acción se la quitaron a las demás familias.
“Fuimos a la oficina de Hidrosuroeste en San Cristóbal, pero nos dijeron que por ser un acueducto rural, lo regía la alcaldía. Expusimos el caso en la alcaldía del municipio Junín tanto en la gestión anterior como en la actual, pero seguimos igual”.
Un aspecto a considerar, es que en el lugar residen niños, adultos y personas de la tercera edad, expuestos a insalubridad y enfermedades, debido a que no pueden realizar con regularidad las labores de limpieza, aseo personal y para cocinar deben acarrear agua y almacenarla.
“Hay una señora que nos abastece con una manguera, pero en la zona donde vamos a recoger nos arriesgamos a que nos muerda una culebra porque hay mucho monte. Recogemos agua de lluvia para las necesidades básicas, en ocasiones los bomberos llevan una cisterna, pero algunas veces no tenemos para nada”.
Manifestaron su disposición de pagar por el servicio, pero los involucrados tampoco accedieron y continúan afrontado esta dificultad.
“Por una cisterna pagamos setenta mil pesos, no podemos hacerlo siempre. Nuestra salud está deteriorada, tenemos lesiones en la columna. No podemos hacer una vida normal, quisiéramos recibir el suministro, aunque fuera unas horas al día”.
El llamado de estas familias es a los organismos competentes, para que les ayuden a restablecer este importante servicio y a mejorar sus condiciones de vida. Es el momento de contribuir con quienes se encuentran urgidos por algo tan vital y necesario como es el agua.