Con amplia oferta precios de la carne se intenta mantener pero en pesos

Freddy Omar Durán

Constituyéndose un rubro que a pesar de estar golpeando el bolsillo, algunos tachirenses hacen un esfuerzo por
adquirir la carne de res que durante esta cuarentena va indeteniblemente en alza en bolívares, aunque en pesos se
mantenido entre los 9 mil y 10 mil pesos.

Estando actualmente la carne de primera en alrededor de 650 mil bolívares el kilo, esto representa 400 mil bolívares más al iniciarse la cuarentena. Otras alternativas como la carne molida, tradicionalmente la más barata, no baja de los 600 mil el kilo, y la costilla está en 400 mil. El pollo se ubicó mil pesos más abajo; mientras que la carne de res, y el cartón de huevos, que llegó a un tope de 12 mil pesos, se
equiparaban al kilo de la carne de primera.

Este fin de semana la oferta se vio abundante en los mercados populares de San Cristóbal; sin embargo, la gente
o pasaba de largo o compraba de a poco.

A esta última decisión, no solo contribuía la poca capacidad adquisitiva del comprador, sino al hecho manifestado por los encuestados, de que si compran muchas están en riesgo de perderla por los prolongados apagones eléctricos de más de 6 horas.

“¡Ay Dios mío!, a dónde iremos a parar con todo esto”, decía una humilde señora de la tercera edad, que casi preguntó por hacerse daño a sí misma, y agregó “yo apenas si tengo lo de la pensión, y no me la voy a gastar toda en pesos”. Expresión que no falta a la verdad, porque por kilo
los productos cárnicos en general se acercan peligrosamente a cubrir en su totalidad al salario integral mínimo.

Cuando la cuarentena nos obliga a un manejo bastante restrictivo del presupuesto familiar –con o sin divisas en el bolsillo-, y deficiencias en las condiciones de refrigeración, el consumo de la proteína animal, venga esta de la res, las aves o los porcinos, se ha visto muy mermado en muchos hogares.

Rendir la plata primero

Hacer rendir los pesos o hacer rendir los bolívares se han constituido en dos operaciones de la economía familiar
distintas; pues el tipo de cambio entre puesto y puesto varía de 0.02 a 0.018; por tal motivo en algunas carnicerías podría
parecer relativamente mejor comprar en pesos que comprar en bolívares.

Las opciones de pago se debaten entre las divisas, la tarjeta de débito, el pago móvil y la transferencia; en efectivo en bolívares, a menos que se adquiera en el mercado negro a una alta tasa de 0.025, resulta complicado: si se cuenta únicamente con lo que los pocos cajeros automáticos
dispensan diariamente, para comprar un kilo de carne hay que recurrir a los mismos por más de dos semanas laborales. Pero con punto a veces no son tan fáciles las
cosas; pues muchos estaban fallando este fin de semana; y a una tarjeta de débito de una reconocida institución oficial le echaban la cruz y le rezaban para que pasaran, aunque en muchos establecimientos preferían no pasarla. (FOD)

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