Un grave problema de salubridad enfrenta la unidad educativa estadal “Estado Mérida”, debido a que personas inescrupulosas se han dado a la tarea de arrojar basura en el exterior de este centro educativo.
La directora encargada del plantel ubicado en Rubio, Fernanda Hernández Acevedo, explicó que desde hace algunos meses comenzó el problema, cuando observaron a vecinos del sector colocando la basura en una esquina de la reja de la escuela y en el área de estacionamiento; así como otras personas que desde sus vehículos lanzan las bolsas llenas de desechos hacia el lugar.
Agregó que las instalaciones de la institución se encuentran siempre impecables, pues se cuenta con los depósitos de basura con sus respectivas bolsas y se inculca en los alumnos la importancia de mantener limpia su escuela.
“Esta una institución que debe permanecer limpia, tanto en su interior como en sus alrededores; para ello el personal de apoyo realiza el correcto mantenimiento. Entonces no es posible que también deban recoger la basura que personas ajenas arrojan, lo que ocasiona muchos inconvenientes”, señaló.
La situación se complica porque el camión del aseo urbano no pasa regularmente y los desechos se acumulan, las bolsas se rompen cuando las tiran, se esparce el contenido, y se genera un peligroso foco de contaminación tanto para los estudiantes como para el personal que allí labora.
Actualmente la unidad educativa “Estado Mérida” tiene una matrícula de 502 escolares de preescolar a sexto grado de educación primaria; que atiende en dos turnos, y todos se ven en riesgo de contraer enfermedades porque, además de los malos olores, aparecen cucarachas y ratones.
Además, los alumnos reciben ahí su almuerzo, por lo que debe existir un mayor cuidado de mantenerse en las mejores condiciones, y con este problema se atenta contra la salubridad del lugar.
Según explicó la profesora Hernández, hace un año, la escuela estuvo cerrada por más de un mes, por una infestación de pulgas. Volvió a funcionar después que la Corporación de Salud efectuó tres jornadas de fumigación; posteriormente se hizo el saneamiento de la institución y se siguieron una serie de recomendaciones para erradicar esta plaga.
Para casos como este, debe existir conciencia ciudadana, pues no es posible que ensucien un centro educativo donde a diario asisten muchos niños a formarse y los ponen en riesgo de perder su salud. (Norma Pérez)