En la época dorada de la Feria Internacional de San Sebastián, los pobladores de toda San Cristóbal pugnaban por estar presentes en sus festejos y trabajar por su desarrollo, y no dejar solo tal responsabilidad a sus respectivos directorios.
Fue así que sus habitantes hacían campaña por sus candidatas preferidas al reinado del año, pintaban los frontispicios de sus casas, iluminaban sus barrios, organizaban sus templetes y escogían a sus soberanas del vecindario, e incluso ofrecían sus habitaciones familiares para alojar a los visitantes que no encontraban cupos en los hoteles.
Participaban así de la gran fiesta que se llenaba de colorido y formaba parte del festejo para que todo saliera estupendamente bien.
Uno de esos casos emblemáticos, fue el llevado adelante por un espigado profesional de la fotografía, Antonio Trevisi, quien no solo se encargó de registrar en su lente lo más importante del festejo como la gran foto que captó de la Plaza Monumental de Toros de Pueblo Nuevo, sino que puso en la gráfica de la historia lo mejor de los desfiles feriales, los eventos deportivos sobre todo el ciclismo, y el desarrollo de las grandes corridas de toros.
Trevisi, quien fuera el primer venezolano que retratara el cometa Halley, lamentablemente falleció inesperadamente hace nueve años, pero dejó impreso todo el historial de la Feria Gigante de América.
Así, Foto Trevisi se convirtió en el epicentro del recuerdo de cada episodio ferial, y su desprendimiento hasta la fecha no ha tenido paralelo alguno, pues sirvió a la fiesta sin ningún fin de lucro y más bien, cuando aún no existían los canales locales de televisión, exhibía en su local de la Quinta Avenida las fotos gigantes tomadas de cada día.
De carácter bonachón y de talante desprendido, siempre estuvo al lado de los directorios del evento para poner a la orden su capacidad y talento fotográfico tan aplaudido por los organizadores como por el público en general, a tal punto que obsequiaba a cada una de las candidatas sendos paquetes fotográficos de su postulación, cuyas mejores vistas eran publicadas en la portada del suplemento dominical Flash de Diario La Nación.
No desmayó de este apoyo hasta su día final cuando contaba con setenta y siete años, heredado luego por su hijo Samuel que ha seguido la trayectoria del gran maestro de la lente quien identificó su calidad a lo largo de casi medio siglo.
Lamentablemente la memoria pública olvida su gran aporte, y los capítulos siguientes de la Feria muy poco han hecho por enaltecer a este personaje que se sumó a tantos hombres y mujeres que trabajaron sin descanso por una jornada que ya lleva sesenta años y que se ha convertido en la mejor vitrina turística para todo el país y buena parte del exterior.
De esta manera, registró siempre lo mejor del programa de la feria, ya sea sus grandes desfiles, las caravanas de las candidatas, la realización de la Vuelta al Táchira en Bicicleta, las deslumbrantes corridas de toros y la elección de la Reina de la Feria Internacional de San Sebastián.
El logo que identificaba
al fotógrafo de las reinas
“Foto Trevisi” se convirtió en la marca ícono de la gráfica que reflejaba el rostro de las hermosas aspirantes al reinado de la Feria Internacional de San Sebastián, las que lucían sus mejores galas para elegir la mejor captada para sus afiches promocionales y se las distinguía para la portada del suplemento Flash que La Nación publicaba durante la etapa de promoción del festejo.
Con su certero ojo profesional, pudo fotografiar los rostros y los gestos de las aspirantes, que en cada episodio eran promovidas por sus comités, y registradas para el historial de nuestra mayor fiesta anual en el Táchira para toda el país y América.
Su trabajo, truncado por la fatalidad de su fallecimiento ha continuado a través de su hijo, el arquitecto Samuel Trevisi, siempre vinculado a esta programación y que a la fecha, sigue la herencia paterna en beneficio de un evento que durante seis décadas continúa en la región y que esta vez ha querido buscar la participación del resto de candidatas de los municipios del estado, en un sentido de mayor participación de la belleza de la juventud andina.
Por todo ello, sin lugar a dudas, Foto Trevisi continúa siendo el gran estudio fotográfico de las reinas de San Sebastián.
Víctor Matos