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23 de noviembre de 2024
La periodista Aidé Useche, en su larga trayectoria profesional, pocas veces ha tenido que cubrir un evento de tales dimensiones, y menos que ocurriera casi a las puertas de su vivienda materna, una casa campestre, con todo el aspecto de las que existían en las haciendas de hace un siglo.
Todo un patrimonio cultural ubicado a pocos metros de donde solo quedó un profundo barranco, ya anunciado por una falla de borde, al que poco o ninguna atención oficial se le prestó.
Useche tuvo que ver cómo una laguna, de unas decenas de metros de ancho y siete de profundidad, de alborotado contenido, jugaba con vehículos, pedazos de edificaciones y animales de granja, como un niño en una ponchera, ocupando lo que antes era una empinada carretera.
—Esa ocasión fue muy fuerte escuchar –contó Useche– a los habitantes de Zorca gritando, pegando carreras, viendo cómo el nivel de La Zorquera subía hasta las montañas y agarraba la altura de las viviendas; pero también estábamos muy preocupados porque la quebrada La Gallinaza, que recoge las aguas de la laguna de La Laja y baja en torrenteras, también se fuera a desbordar – narró la periodista-.
Relató que si eso hubiese pasado, todas estas casas de Pie de Cuesta desaparecen.
— Conmovió ver el dolor, la impotencia de las familias, pues muchas ya no cuentan con lo que les costó años de sacrificios, sobre todo en medio de esta crisis económica que sufre Venezuela. Por otra parte, a Dios gracias, nos dio gozo el saber que no hubo pérdidas humanas, y que organismos gubernamentales locales, nacionales y no gubernamentales, se abocaron a solidarizarse con los damnificados, y da alegría ver la generosidad y bondad de instituciones públicas y privadas, de particulares. Se ve la gentileza de los componentes militares, que se acercan a cada casa preguntando en qué pueden ayudar.
así como en la presencia permanente de los entes policiales y de la Guardia Nacional— dijo.
Preocupa el desastre
A la comunicadora social le preocupa el escenario postdesastre, pues de parte de los entes administrativos municipales, regionales y nacionales, se repite aquella especie de que “no hay recursos”.
—Ante esta realidad en que las autoridades repiten “no hay recursos, no hay recursos”, se sostiene el temor de no saber cuándo se recuperará una vialidad, cuándo se hará el dragado de La Zorquera, cuándo se les dará una vivienda digna a seres humanos en la calle por la tragedia, o cuándo se protegerá a la comunidad para que no vuelva a ocurrir algo similar. Este dragado como tal no se ha dado como se debe desde el tercer año de mandato del gobierno de Pérez Vivas, cuando estaba la ingeniera Luz Marina Hernández al frente de Dimo, lo que ahora es Corpointa— expresó.
Según su criterio, en materia de políticas públicas, situaciones como estas demuestran que en la planificación de gobiernos locales, regionales y nacionales debe estar incluido, de una manera directa, el dragado de las quebradas y los ríos, así como la reparación de las fallas de borde.
— ¿Cuántas cartas, comunicados?. Incluso cuando uno como periodista se encontraba con los funcionarios públicos, les recordamos sobre la falla de borde que aquí nos afectaba, y al final colapsó? Yo siempre les digo, las vías de Zorca son vías alternas, a la hora de afectarse las vías de Capacho, de El Mirador, la autopista hacia Peribeca, pero dolorosamente tienen que ocurrir tragedias para darse cuenta de ello — precisó.
Inevitablemente, esta situación que tan cerca le afectó, y sobre la cual tuvo que hacer su especial cobertura, superando las limitaciones del mal servicio de internet que padece toda la zona, le trajo recuerdos dentro de su dilatada carrera profesional, viviendo de cerca emergencias similares ocurridas en otros puntos del Táchira.
—Al ver los primeros días de esta emergencia en Zorca, a mí se me parecía a Vargas. También me vinieron a la mente las coberturas de Dagoberto Parra, que en paz descanse, por TRT, cuando hubo el deslave en Tucapé y se llevó varias casas en Zorca-San Isidro. Recuerdo, hace once años, cuando La Gallinaza se bajó, y en ese entonces tampoco hubo pérdidas humanas porque Dios es grande y poderoso. Abordamos también los sectores La Metalúrgica y Pericos, reducidos a condiciones terribles.
Freddy Omar Durán
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