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Regional
Dan los pregoneros la gran noticia de que La Nación vuelve a la calle
20 de mayo de 2020
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Con su sola presencia, don Rómulo daba la gran noticia a las personas que vienen y van de San Cristóbal, pasando por Zorca Providencia: La Nación volvió a la calle en su edición impresa.
Freddy Omar Durán
A sus 62 años, desde hace 12 ha sido un leal pregonero del periódico y consuetudinario lector, y desde el primer día que le tocó resguardarse de la cuarentena, lo único en que pensaba era en volver a sus andadas en beneficio de entregar a los lectores las informaciones más detalladas y actuales del acontecer regional.
—Ha sido bravo, bravo -afirmó don Rómulo-. Uno se queda solo, encerrado con la familia, sin poder trabajar. El distribuidor nos dio la noticia, y aquí estamos. Está bien que volvamos a ofrecer el periódico; esto para mí es como comenzar de nuevo. Hasta ahora la venta va más o menos; esperemos que mejore con el paso de los días.
Y es que mucha gente que pasaba aún no lo creía, y apenas si se estaban dando cuenta de que el formato impreso va de esquina en esquina, de plaza en plaza, de kiosco en kiosco. Aunque, eso sí, La Nación nunca ha dejado de informar, pues todo su equipo reporteril ha volcado su pluma y olfato periodístico a la edición en digital en variedad de textos, desde la palabra escrita hasta el multimedia. De esta manera, no solo el primer medio informativo de la región se pone al día con los avances de la comunicación social, sino que asume el reto de estos tiempos de cuarentena, en los que hay que llegar a un público en confinamiento, que no cuenta con otros recursos para informarse o entretenerse.
Sin embargo, para don Rómulo no es lo mismo, ni para un gran contingente de lectores, siempre fieles al papel. Pero es que en tiempos en que no solo se trata de “estar en casa”, sino de circunstancias adversas de apagones eléctricos y electrónicos, son muchas las razones para regresar al impreso, si se hace necesario lanzar una luz informativa a la incertidumbre.
—Noooo, no hay como leerlo en papel – responde categóricamente-. La gente extrañaba el periódico y le preguntaban a cada rato cuándo vuelve a salir. La gente lo reconoce a uno por ofrecerlo aquí, y siempre me insistían en lo mismo.
En cuarentena, su trabajo de pregonero le permite un ingreso, cuando aparentemente se han cerrado tantas posibilidades de hacerse de uno.
—Para mí es una entradita, una ayuda, y hoy en día más, cuando por la cuarentena no hay nada por hacer ahorita. Ya en esta situación uno no le puede echar pichón a otras cosas. Se ha puesto un poco dura la venta, porque no hay gasolina, y no pasan tantos choferes, que son los que más le compran a uno aquí, los que pasando se llevan su ejemplar, pero los vecinos a juro salen a comprarlo.
Don Rómulo no se rinde, y se le ve la satisfacción de dedicarse a algo de su agrado.
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