Regional

“Derecho de frente no es un escudo para apropiarse de espacios públicos”

21 de febrero de 2020

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Los espacios públicos son de uso colectivo y no pueden tener más limitaciones que las establecidas por la norma.

Ese concepto ha sido manejado desde hace mucho tiempo bajo un punto de vista erróneo, porque se trata realmente de un impuesto de tipo inmobiliario y no de una situacion que le genera derecho al dueño de una casa o comercio, sobre las calles y aceras, que son del municipio y de libre uso por parte de los ciudadanos.

Armando Hernández

No son pocos los problemas que se han presentado en la ciudad a causa del denominado “derecho de frente”, que propietarios de viviendas y comerciantes esgrimen como un argumento para ejercer dominio sobre los espacios públicos, y más ahora, con el problema de las colas de la gasolina, que ha dado lugar a una cadena de artimañas por parte de personas que pretender pescar en río revuelto y conseguir algún dinero extra, por lo general pesos colombianos, aprovechándose de la situación.

Se puede escuchar con frecuencia, en medio de discusiones: “Es que deben respetar mi derecho de frente, porque para eso pago mis impuestos”, como un reclamo que pretende ganar dominio sobre los espacios de uso público. Comerciantes colocan avisos, conos y objetos diversos frente a sus negocios, para que nadie estacione, ni siquiera sus clientes. Otros sacan sus artículos y los colocan en exhibición sobre las aceras y, los menos, ocupan largos trechos en las colas de la gasolina, muchos de ellos impidiendo estacionar carros, si no les pagan por ocupar lo que considera su derecho de frente.

Los espacios públicos son de todos

El denominado derecho de frente se corresponde con el pago de un impuesto inmobiliario y no a una situacion que otorgue privilegios al propietario de un inmueble, para mantener dominio de los espacios públicos ubicados frente a su residencia, que pertenecen al municipio y, por consiguiente, son de libre uso para la ciudadanía.

Así lo aclara el doctor Elio Ramírez, síndico procurador del municipio San Cristóbal, al explicar que realmente no existe el derecho de frente y que esto ha sido una costumbre que erróneamente ha mantenido parte de la población, puesto que tal denominación no está comprendida en ninguna de las ordenanzas. Generalmente se conoce como un tributo inmobiliario, eso quiere decir que a cualquier administrado que posea una propiedad, la ordenanza le establece este impuesto.

El abogado del municipio fue abordado a los efectos de aclarar algunos aspectos sobre el fulano “derecho de frente” y, tras hacer algunas consideraciones en el aspecto netamente jurídico, saca a colación casos que se aplican en países como Colombia, Francia y España, para nombrar tan solo tres y donde se definen las características del inmueble y se le da un valor, en base al cual se paga el impuesto inmobiliario, que es el verdadero nombre que se le da a tal “derecho”.

En resumen, según se deduce por las declaraciones del experimentado abogado, no existe el derecho de frente, es decir que la persona no tiene derecho de colocar objetos frente a su vivienda, en vía pública o impedir que cualquier ciudadano estacione allí su vehículo, lo cual se está generalizando a causa de las colas para la gasolina, por parte de los denominados “aparta cupos” o comerciantes que desean tener desocupado el frente de sus establecimientos.

“Estos espacios son de libre uso por parte de todos los ciudadanos”, aclara el doctor Ramírez.

“Aparta cupos” se aprovechan

Según lo refieren personas que deben permanecen por horas en largas colas para abastecer sus carros de combustible, existen propietarios de inmuebles que pretenden impedir que un vehículo sea estacionado frente a sus casas, argumentando el denominado “derecho de frente”, situacion que se soluciona rápidamente, si el interesado paga cierta cantidad de dinero en pesos colombianos.

Esta situacion ocurre en casi toda la ciudad y ha sido denunciada como frecuente en sectores como Barrio Obrero y la Unidad Vecinal. En esas colas se observan muchos espacios apartados, con objetos y hasta trechos de una cuadra, libres de carros, espacios en blanco, porque los dueños de casas impiden estacionar si no pagan, porque esos lugares les pertenecen, conforme a la interpretación que le han dado al derecho de frente, que se deriva del pago del impuesto al municipio.

El doctor Elio Ramírez aclara que el propietario de un inmueble tiene el derecho a que se le respete el espacio cuando hay garaje, porque eso está establecido en la Ley de Tránsito Terrestre, para que pueda ingresar o sacar su carro sin ningún contratiempo. Pero no puede nadie asumir propiedad sobre la vía pública, porque esta la pertenece al municipio. Las calles y las aceras son de libre uso para los ciudadanos y nadie lo puede impedir, siempre y cuando se haga conforme lo establecido por las normas.

El síndico procurador del municipio San Cristóbal dijo más adelante que las ordenanzas establecen mecanismos para evitar situacion anormales y, a través de la Dirección de Vialidad y Tránsito de la Alcaldía, se pueden remover obstáculos que sean colocados en estos espacios. Nadie está en el derecho, ni tiene autorización, para colocar frente a un inmueble ladrillos, cauchos, conos, avisos o, en fin, cualquier obstáculo que impida o limite el uso de la vía pública, menos en nombre de un supuesto derecho de frente que no existe, argumenta de nuevo.

Mesa de Combustible

Son frecuentes las peleas y discusiones que esta práctica ha causado, entre dueños de casas y propietarios de vehículos. Estos últimos reclaman, por parte del Gabinete de Combustible, medidas efectivas para poner fin a esta situación, que califican de abuso. Con tan solo la presencia de la policía, “pegando los carros”, se puede acabar con el problema, acotan, pero se necesita que la autoridad esté en recorrido permanente.

Hay casas cuyo frente es apartado por personas que ni siquiera tienen carro, advierten.

Tambien solicitan a las autoridades continuar con el retiro de escombros, porque estos son colocados por los denominados “aparta cupos”, no para su uso, sino para venderlos.

Es común observar cauchos, piedras y otros obstáculos, y si un particular llega a retirarlos para abrir campo a su carro, se arma el lío, porque aparece el dueño de estos objetos reclamando y exigiendo un pago por parar ahí, porque está al frente de su casa. Pero cuando es la autoridad quien los retira, nadie aparece a dar la cara, para evitar las sanciones de tipo administrativo que se pueden aplicar.