Los huecos y cárcavas se han convertido en los residentes habituales de la calle 11, entre pasajes Barcelona y Guasdualito, en Puente Real, en donde son prioridad los trabajos de asfaltado y recuperación de la calzada.

Los graves daños que padece la vía, han ocasionado que el tráfico de vehículos y de motocicletas, sea complicado, ya que casi toda la totalidad de calle, está en pésimas condiciones, sobre todo por la elevada cifras de agujeros, muchos de ellos ocasionados por trabajos de reposición de redes de aguas negras y blancas, los cuales una vez ejecutados, no han sido completamente terminados, por lo que la carretera está seriamente dañada.

Años de abandono de este sector de la capital tachirense, han provocado que la vía presente cráteres y escarificaciones, lo cual no es más que la degradación del material granular, cuya data de vida excede ya más de los 20 años de existencia, lo que deja demostrado que este eje vial no ha recibido ningún tipo de remozamiento.

En algunos tramos de la vía, se aprecian extensos “mapas” que en realidad son huecos, todos ellos de una profundidad considerable, por lo que la movilidad suele tornarse muy complicada, tanto para dueños de carros, como aquellos que conducen motocicletas.

Por tratarse de una vía en alta pendiente, la misma es desde cierta manera riesgosa, pero a causa de los daños, ésta es aún más peligrosa, sobre todo en los periodos de lluvia, en los que el asfalto se convierte en una especie de jabón.

Como ocurre en otras barriadas de la ciudad, el sistema de drenajes y alcantarillas, está completamente inutilizado, pues está colmatado de arena y basura, ello a falta de mantenimiento.

En esta barriada y principalmente en la calle 11, el servicio de alumbrado público es igualmente deficiente, por lo que el mismo no ha sido sometido a cambios de bombillas o refacción del tendido eléctrico. 

Pablo Eduardo Rodríguez