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6 de mayo de 2024
Freddy Omar Durán
Previo a su título como el “Hombre más longevo del planeta”, Juan Vicente Pérez Mora, fallecido el martes 3 de abril, ha sido personaje de interés tanto para la antropología, la historiografía, como los estudios genealógicos.
Los historiadores Bernardo Zinguer y José Antonio Pulido no tomaron el caso del supercentenario como una simple curiosidad, sino que encontraron en su vida los documentos relacionados con la misma, y el material genético como una maravillosa ventana al pasado tachirense.
Precisamente el sábado se había realizado el seminario “Genealogía, Historia y Haplogrupos, Basada en Resultados de Don Vicente” en la que participaron los investigadores Samuel Martínez Alcalá, Dr. José Antonio Pulido y el Dr. Bernardo Zinger. Dicho seminario puede ser visto a través de la plataforma YouTube en el Canal Magenha Project, y en el mismo se exploró las posibilidades de nuestro material genético de lanzar una luz sobre el pasado más remoto, del cual la gran mayoría de personas conserva muy poco.
Los resultados han sido el producto del cruce tanto del componente racial atesorado por el material genético, como de una amplia documentación y testimonios, que en el caso de Don Vicente nos remonta hasta los tiempos coloniales en el Táchira.
Parte de esa documentación y testimonio del propio supercentenario ya había sido recogido a través del libro El Hombre Más Longevo del Pueblo, al que contribuyó Ramón Elvidio Pérez, su sobrino nieto, el cual salió a la luz antes del logro del record Guinness.
–La primera parte es un soliloquio, desde la reconstrucción de la visión del mundo de Juan Vicente Pérez, un tanto macondiana. La segunda parte es una semblanza del personaje contada hacia atrás, hacia sus ancestros, a partir de las entrevistas a sus familiares, las últimas entrevistas a Don Vicente. Así vimos los recuerdos de sus padres, su repaso del siglo XX, el primer eclipse que contempló, el paso del gomecismo a la democracia, entre otros aspectos— resaltó José Antonio Pulido, coautor del libro.
Esa información historiográfica mostrada en el video nos ha presentado a un personaje que desde su antepasado más remoto, una esclava africana, se constituye en el protagonista de una atribulada novela, con persecución política incluida, y que determinó su asentamiento en San José de Bolívar.
–En cuanto a su árbol genealógico es interesante observar, sabemos que el tatarabuelo, gracias a un juicio criminal que existe, fue el español José Ignacio Pérez Méndez, quien tuvo un hijo, Juan de los Santos, con la esclava María Magdalena Escalante, al servicio de su esposa. Cuando son hijos de esclavos no se nombra por lo general al padre, pero hay un juicio criminal de otra hija, Magdalena— expuso en la conferencia online desde Israel, Bernardo Zinguer.
Este dato revelador da constancia de la presencia africana en el Táchira como mano de obra de las grandes plantaciones, aunque no en iguales dimensiones de otros lugares de Venezuela. Esto se coteja con el análisis del ADN, que aunque no se puede considerar hasta los momentos absoluto, sí reafirma lo que parecía solo leyenda.
–¿Qué nos dicen los calculadores de ADN de Juan Vicente? Unos dicen que tiene 32 por ciento de amerindio, y 68 por ciento de europeo; otra nos dice que tiene 19 % de amerindio, 80 % de europeo y un menos del uno por ciento de africano; y en otra, 24 % amerindio, 72 % europeo, 3 % africano y 1 % de otro. Estas estimaciones étnicas están con una profundidad temporal de 500 años ¿Por qué un porcentaje tan bajo de africano, si tuvo una tatarabuela esclava? Si vemos el ADN del venezolano tachirense promedio, resulta muy parecido al del supercentenario— expuso Zinguer en la videoconferencia.
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