Regional

El corazón de María Mercedes

12 de febrero de 2025

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“Mi mayor satisfacción es contribuir a preservar una vida. Es algo que tiene el bombero, arriesgarse por los demás, así no sean nuestra familia. Damos todo por el bien de ellos”

Norma Pérez

Cumpliendo con sus funciones /Foto: Norma Pérez

La noche de Navidad y la víspera de Año Nuevo, a María Mercedes Castellanos le correspondió hacer guardia en el Comando de Bomberos del municipio Junín. Debió esperar a concluir para dar el abrazo a su mamá y a su hija: “Eso me golpeó un poquito, no estar con mis seres queridos. Son sacrificios que hacemos por la comunidad”.

Esta joven rubiense piensa y siente que ayudar a las personas nace del corazón y que ésta es una condición imprescindible para ser bombero. Así fue como a pesar de muchas opiniones en contra, decidió que servir era su destino.

Con solo catorce años de edad, ingresó a la Brigada Juvenil. Diez años más tarde, ostenta el rango de Distinguido y el mismo entusiasmo que cuando comenzó:

“Hubo muchas críticas a mi alrededor. Me decían que ese no era un trabajo para mujeres. Aun así, no desistí en mi intención. Quise seguir los pasos de mi tío, que fue un funcionario de carrera en el Distrito Capital. Después de graduarme como Brigadista, decidí continuar de manera formal”.

Esperó a cumplir la mayoría de edad y se inscribió como voluntaria. Llegó la oportunidad de ser parte de la nómina nacional, y no lo dudó. Prevalecieron norte y vocación.

Tres años más tarde, debió ausentarse de sus labores por el nacimiento de su bebé. No fue fácil. Extrañaba sus días de actividad:

“Algunas veces escuchaba la sirena de la ambulancia y quería salir. En 2023, mi niña ya estaba un poquito más grande, así que regresé y me incorporé nuevamente a cumplir mis funciones”.

Preparación integral

Somos bomberos integrales, aquí no hay discriminación por el género. Un día estamos en la ambulancia, otro en el camión de supresión de incendios, en un rescate o atendiendo una emergencia. Somos multifuncionales. Tenemos que estar preparados en cualquier ámbito”.

Mientras narra su experiencia, hace una pausa para tomar agua y tratar de calmar una tos persistente, secuela del humo que aspiró mientras con un grupo de compañeros apagaban un incendio forestal reciente.

“Sabemos cuándo salimos pero no cuando regresamos. En este trabajo, cualquier circunstancia puede ser de riesgo o nos puede afectar. Por eso actuamos en equipo, resguardamos la seguridad de cada compañero, para que no nos ocurra ningún accidente”.

Un aspecto que considera fundamental, porque no cuentan con un respaldo de seguro médico o de incapacidad: “Cuando nos enfermamos, acudimos al hospital o al Seguro Social, siempre a instituciones públicas”.

Su guardia es de 48 horas continuas, con un descanso más prolongado, aun cuando esos días debe estar atenta ante cualquier llamada que requiera su presencia.

Por sus semejantes

El horario de trabajo inicia a las 8 de la mañana, cuando recibe unidades e instalaciones, revisa los insumos en existencia por si falta alguno, para solicitar su reposición. A las nueve hacen el cambio de guardia y se incorpora a su jornada de dos días.

“Los fines de semana se incrementan los accidentes de tránsito, la gente es inconsciente y no mide las consecuencias del consumo de alcohol desmedido. También, nos ocupamos de las eventualidades ocasionadas por las lluvias, que hacen estragos en el municipio Junín. Atendemos las vías Rubio-San Cristóbal y Rubio-San Antonio. Estos primeros meses del año, son temporada de incendios forestales”.

Las funciones son difíciles de programar, pues deben hacer frente a cualquier emergencia que se presente. No es predecible lo que puedan encontrar. Hay un recuerdo que empaña su mirada:

“Estaba de guardia, había un corte de energía eléctrica que ya duraba varios días. Recibimos una llamada solicitando ayuda. Fuimos a la dirección que nos indicaron, que para mí era conocida. Sobre la cama, estaba el cuerpo de una persona amiga, que tenía varios días de haber fallecido. Fue una situación compleja y muy triste”.

Pero no se amilana ante la adversidad. Continúa con la intención de mejorar en su desempeño, en adquirir más conocimientos, por lo que ingresó a la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad, donde cursó el Plan Nacional de Formación, para después seguir estudios de Técnico Superior Universitario en el área. Además, está a la espera de una evaluación para optar por un ascenso.

Mi mayor satisfacción es contribuir a preservar una vida. Es algo que tiene el bombero, arriesgarse por los demás, así no sean nuestra familia. Damos todo por el bien de ellos”.

En numerosas ocasiones ha recibido de sus superiores palabras de reconocimiento y felicitación por su actuación. Las más recientes, cuando dirigió las maniobras para apagar el incendio de un vehículo.

“Estas son palabras que nos motivan y nos animan a continuar con nuestro servicio a la comunidad”.

Múltiples compromisos

“En este cuartel hay mucha disciplina, se respetan los cargos y las jerarquías. Los compañeros nos tratan con respeto, aunque algunos dudan que podamos estar a la par de ellos. Pero, siempre en la práctica, demostramos que las mujeres podemos hacer las mismas tareas que un hombre y somos capaces de asumir cualquier responsabilidad que nos pongan sobre los hombros”.

Con una niña de apenas tres años de edad, una profesión exigente y algunos trabajos extras que realiza para redondear su presupuesto, a María Mercedes Castellanos Lozano no le queda mucho tiempo para descansar o compartir con su familia:

“Usamos nuestro tiempo libre para trabajar en otras áreas y así compensar el salario que percibimos, que no es mucho y alcanza poco. No somos remunerados de la manera adecuada”.

Dice que su mamá es un gran apoyo con el cuidado de su pequeña hija: “Sé que ella lo hace muy bien, pues con los valores y el cariño que me sacó adelante, también lo hace con mi niña”.

A sus 24 años de edad son muchas sus aspiraciones y las metas propuestas. Está segura que con perseverancia, las va a alcanzar.

“Nunca es tarde para continuar. Mi aspiración es crecer en las filas del Cuerpo de Bomberos. Alcanzar la máxima jerarquía sería para mí y para mi familia un gran honor. También culminar mis estudios de medicina. Esas son mis metas a futuro”.

Su mensaje para los jóvenes como ella, es que abran su mente y que conozcan otros escenarios, donde pueden tener alternativa de crecer y prepararse:

“Muchos pasan por el Cuartel de Bomberos, pero no se interesan en entrar. Aquí tienen las puertas abiertas, y es una oportunidad para prestar un servicio valioso a la comunidad. Si tienen un corazón sensible, ésta es la profesión. Es gratificante trabajar de corazón por las personas; ellas después se lo van a retribuir con su gratitud”.

También, la vida.

Vocación de Servicio /Foto: Norma Pérez
Una joven con grandes aspiraciones /Foto: Norma Pérez

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