Regional
El corazón de monseñor Moronta ya reposa a los pies del Santo Cristo
miércoles 10 diciembre, 2025


El corazón fue entronizado en el Santuario del Santo Cristo de La Grita. Así se cumplió su última voluntad. La inauguración de una plaza en su honor, con su nombre, reafirma su legado como guía espiritual y defensor de la paz en la región.
Bleima Márquez
Tal y como lo solicitó en su testamento el quinto obispo del Táchira, monseñor Mario del Valle Moronta, su corazón reposa desde este martes, 9 de diciembre, en el Santuario del Santo Cristo de La Grita, municipio Jáuregui. El traslado y la solemne entronización se desarrollaron en medio de una intensa programación de actividades eclesiásticas.
La decisión de Moronta vincula su corazón de forma eterna a uno de los centros de peregrinación más importantes de Venezuela. Su solicitud es la máxima expresión de la profunda devoción que cultivó hacia el Patrono Espiritual del Táchira durante sus décadas de servicio.
Monseñor Lisandro Rivas, obispo de la Diócesis de San Cristóbal, dijo que Moronta no solo fue un peregrino más, fue un incansable impulsor y guardián de este centro de fe, y su voluntad testamentaria sella un vínculo indisoluble entre su memoria y la imagen del Cristo del Rostro Sereno de La Grita.
Destacó la autoridad eclesiástica que este gesto, al colocar su corazón al pie del Santo Cristo, se convierte en un símbolo perdurable de su fe y un llamado a la unidad y la esperanza para todos los peregrinos tachirenses.
Encuentro del clero
La jornada comenzó con un encuentro privado. Monseñor Lisandro Rivas, obispo de la Diócesis de San Cristóbal, junto al obispo auxiliar, Juan Alberto Ayala, se reunieron con el clero tachirense en el Santuario.
La actividad sirvió para abordar temas fundamentales para el futuro inmediato de la Diócesis. Entre ellos, la planificación pastoral decembrina y el inicio del primer semestre de 2026. Esta reunión previa subrayó la unidad del clero alrededor del legado de su pastor emérito.
Plaza Mario Moronta
Las actividades continuaron con un emotivo homenaje público. Monseñor Rivas inauguró la plaza Mario Moronta en las instalaciones del Santuario del Cristo del Rostro Sereno.
En sus palabras, monseñor Rivas subrayó el significado de esa nueva área: “El espacio que hoy inauguramos oficialmente no es solo un espacio físico, es un símbolo tangible de reconocimiento y aprecio por la labor pastoral que monseñor Mario Moronta desempeñó incansablemente entre nosotros”.
Rivas destacó el legado de Moronta y su loable labor como guía espiritual durante tres décadas aproximadamente: “Fue un pastor, guiando a nuestro pueblo con sabiduría, valentía y una profunda sensibilidad social”.
Afirmó que Moronta fue “una voz de esperanza en tiempos de incertidumbre y un firme defensor de la dignidad humana, la justicia y la promoción de la paz”. El Obispo invitó a la comunidad a utilizar este espacio como un lugar de reflexión y encuentro con el espíritu de caridad que Moronta inculcó.
Procesión de la Reliquia
Tras la inauguración de la plaza Mario Moronta, se develó una placa en honor al quinto obispo del Táchira en la fachada del Santuario. El texto de la placa destaca el reconocimiento por sus 50 años de incansable labor sacerdotal, medio siglo dedicado al servicio de Dios y la feligresía.
Luego, las autoridades eclesiásticas y el clero ingresaron al templo. La solemne procesión llevaba el cofre de madera que contenía la reliquia del corazón, trasladada a la nueva morada del Obispo Emérito. La presencia de la reliquia en La Grita materializa el profundo vínculo que Monseñor Moronta cultivó con el Santo Cristo, patrono espiritual del Táchira. La reliquia fue colocada en una mesa de honor, cerca del altar, durante la misa. La Eucaristía fue presidida por monseñor Lisandro Rivas.
La entronización
Al finalizar la eucaristía, monseñor Rivas dirigió la plegaria de entronización en el Santuario del Santo Cristo del Rostro Sereno de La Grita. Con profunda fe, el corazón de Moronta fue depositado en el ala derecha del altar.
El Obispo agradeció el servicio de Moronta, a quien calificó como “siervo fiel, padre espiritual y celoso guardián de esta diócesis y de tu rebaño”. Elevó la petición a Dios de concederle la corona de gloria reservada a los buenos y fieles servidores.
Monseñor Rivas explicó que colocar el corazón de Moronta en un lugar sagrado, al pie del Santo Cristo, tiene un significado profundo y simbólico para la región. “Que este gesto de colocar su memoria y su corazón en este lugar, al pie del Santo Cristo, sea un signo perenne de unidad y de esperanza para todos los peregrinos”, señaló Monseñor Rivas.
El obispo concluyó que, “con este acto, el corazón de monseñor Mario Moronta se convierte en un símbolo permanente de la fe que ilumina el camino de la Iglesia que peregrina en el Táchira. Su legado, ahora físico, llama a las futuras generaciones a trabajar por una sociedad más justa y fraterna”. (BM)
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