Regional

En tranquilidad se presenció la posesión presidencial

11 de enero de 2025

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Freddy Omar Durán

La toma de posesión presidencial –adelantada- del mandatario Nicolás Maduro Moros, comenzó a las diez y media de la mañana, y tomó casi de sorpresa a los sancristobalenses, en medio de los trajines propios de un viernes, que más bien parecía un día festivo, tanto por la poca afluencia en el tráfico de vehículos y personas, como por la disminuida actividad comercial.

En tiempos en que han disminuido las grandes audiencias alrededor de los televisores en los hogares o de restaurantes, para concentrarse en la individualidad de un teléfono celular, se dio la transmisión en cadena nacional.

Ante los dispositivos electrónicos no fueron pocos los ciudadanos que se transformaron en testigos de la historia, de un acto de juramentación, sui generis, tanto en la historia de Venezuela como de Latinoamérica, por el grado de convulsión social que le ha antecedido, entre olas de acusaciones, polémicas, detenciones y rumores, los cuales incluso indicaban que tal evento iba a ser frustrado, y que en paralelo o sustitución se iba a dar la otra supuesta toma de posesión.

Si el acto y la correspondiente alocución presidencial hubiesen sido al mediodía o al finalizar la tarde como era tradición, tal vez la rutina ciudadana se habría paralizado en masa frente a una pantalla de televisión ya sea en la intimidad familiar o en sitios públicos. Tal vez, pues los adelantos digitales han modificado las maneras como las transmisiones y las audiencias se construyen, y por eso muchos preferirán poder ver la repetición completa o en extractos a una mejor y más descansada hora, desde alguna red social.

En San Cristóbal la movilidad fluyó con libertad, y la presencia de los organismos de seguridad y militares, especialmente alrededor del Viaducto, en algunos puntos, no representó mayores alteraciones o incomodidades para los transeúntes en la ciudad. Algunos comercios decidieron abrir en tanto no había ninguna orden oficial que lo impidiera, y la necesidad de no perder el ingreso, así fuese escaso, que el mismo pudiera reportar.

En uno que otro negocio por zonas como La Concordia, Barrio Obrero o Pueblo Nuevo, sin estridencias, se difundían los sonidos e imágenes del evento que fue transmitido en cadena nacional, pero por lo mismo de no ser un día no tan concurrido en clientela, tanto administradores como empleados pudieron detener sus labores para prestarles más atención.

Otros prefirieron concentrarse en sus móviles, con miradas absorbidas en sus propios pensamientos, elucubrando el futuro o sencillamente a la espera de algún anuncio en especial que incida directamente en una mejor calidad de vida.

Las concentraciones y corrillos, contrario al jueves 9, estuvieron a la orden del día, aunque en una que otra esquina o al interior de establecimientos comerciales entre conocidos, amigos y compañeros de trabajo, un poco en serio y un poco en broma hacían mención de la famosa “carterita azul” que habría perdido la líder opositora María Corina Machado, o se preguntaban “¿Dónde está Edmundo?

Otras personas prefirieron obviar el tema y sus comentarios se basaban principalmente en las maneras de resolver concretamente sus apuros diarios.

Manifiesto triunfal

Ante el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, en el salón Elíptico del Palacio Federal, recientemente el presidente ratificado para el periodo 2025-2031, Nicolás Maduro antecedió su definitiva expresión “Juro” para un tercer mandato, con un reconocimiento al Legislativo nacional por brindar legitimidad su empoderamiento, precedido por una larga enumeración de próceres históricos y por supuesto al pueblo venezolano, a quienes manifestó su lealtad y compromiso.

Su discurso que comenzó en un tono calmado y que plenó de saludos a las personalidades presentes tanto nacionales como internacionales de 150 países, entre ellos a dos presidentes de estados, Miguel Díaz Canel, de Cuba, y Daniel Ortega, de Nicaragua, cuya aparición a último momento fue celebrada con un abrazo con el homólogo venezolano. Pero sus palabras tomaron un carácter más aguerrido cuando resaltó que su victoria fue alcanzada a través de la paz.

«¡Jamás les fallaré y voy volcánico por la paz de Venezuela! Que nadie se confunda con nosotros. Dije que hay paz y habrá paz, garantizaremos la paz y la soberanía nacional por siempre», subrayó el presidente Nicolás Maduro.

Recordó que la Constitución ante la cual se juramentó fue redactada por ellos, y que por ello su gobierno le debe respeto y se sujeta completamente a ella.

Insistió en que ni con la “diplomacia de la zanahoria” ni con la “diplomacia del garrote” Venezuela puede ser colonizada ni doblegada.

Luego de un discurso antimperialista, se refirió a un Plan de las 7 T, en el cual trataría temas de interés de interés nacional y adelantó que para este 2025 vendrán nuevas elecciones generales para Asamblea nacional, gobernadores, alcaldes y concejales.