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Entre la gratitud y la resistencia la ULA-Táchira celebró 59 años

Dos regalos muy especiales recibió la ULA-Táchira en el transcurso de su semana aniversario, al ser rehabilitados dos servicios suspendidos: el comedor y el transporte

Freddy Omar Durán

Agradecido por tantas manos generosas acudiendo en su ayuda en los momentos difíciles, y al mismo tiempo en actitud de resistencia ante las limitaciones presupuestarias que padece, el núcleo Pedro Rincón Gutiérrez de la Universidad de Los Andes celebró este martes su aniversario 59.

En el hall universitario llenado por la asistencia de la comunidad de estudiantes, docentes y personal administrativo, así como de aquellos quienes reconocen con nostalgia tiempos vividos en esos espacios universitarios como fundamentales para su crecimiento personal y profesional, se llevó a cabo un acto sencillo pero al mismo tiempo envuelto en el cariño de los presentes.

Dos regalos muy especiales recibió la ULA-Táchira en el transcurso de su semana aniversario, al ser rehabilitados dos servicios suspendidos: el comedor y el transporte. Luego del apagado de las velas de la torta de cumpleaños, por las puertas de la universidad ingresó el autobús, que llevaba más de cinco años paralizado, y que gracias al aporte de benefactores de la institución educativa, vuelve a rodar al servicio de los alumnos y demás integrantes de la comunidad universitaria.

El acto incluyó entrega de reconocimientos a estudiantes de alto rendimiento, profesores y personal administrativo. También fue amenizado por el mariachi Vargas y estudiantes que desplegaron su talento musical ante la audiencia.

Reconocimiento a los mejores promedios por carrera fueron entregados de la siguiente forma: Gleysi Coromoto Medina Molina (19,2        Administración); María Fernanda Guerrero Rincón (19,28 Contaduría pública); Francy Paola Ovalle Briceño (17,8      Básica integral); Roxy Dariana Martínez Morales (19,2 Idiomas); Valeria Valentina Herrera Ortega (18,8 Biología); Yiklib Andreina Santana Apolinar (18,5    Español); Otto Arturo Guerra Madriz (19,1 Física y Matemática); Bregeen Stiveen Alvarado Rondón (18,641 Geografía e Historia); Marí Celeste Araque Pacheco (19,071 Comunicación social).

También hubo reconocimientos para el personal docente:  Ricardo Chacón, Valentín Murguey y José Gregorio Prato. Así como a Carolina Moncada e Irene Depablos como parte del personal administrativo.

Antes del canto del “Cumpleaños feliz” se hizo entrega al cónsul de Colombia en San Cristóbal, David Haddad Clavijo, la condecoración “Pedro Rincón Gutiérrez” por sus buenos oficios en pro del aula mater, a través de donación de libros y el apoyo al proyecto agroturístico Parque Biotemático La Chuchurí.

Tiempos distintos

Como explicó el vicerrector Omar Pérez Díaz durante la apertura del acto, la Universidad de Los Andes Núcleo Pedro Rincón Gutiérrez ha vivido durante estos 59 años etapas distintas, cada una con su propia lucha, muchos de cuyos logros aún sirven en beneficio de la comunidad universitaria.

Acotó que las luchas actuales pasan por un presupuesto muy mermado para atender salarios y servicios; pero también por la generosidad de quienes no han dudado en dar soluciones oportunas a los diversos problemas.

Estos oficios han hecho posible la promesa del ministro para el Poder Popular para la Educación Universitaria, Ricardo Sánchez, para la recuperación del espacio físico del comedor y del edificio donde funcionan los laboratorios y el postgrado. En este sentido el vicerrector agradeció al alcalde Silfredo Zambrano por ayudar a recuperar el transporte y ser promotor del evento turístico nacional que impulsará esa casa de estudios y del proyecto Parque Biotemático de La Chucurí.

Más materias, una mejor sede y las ampliaciones de la misma, así como dignificar al docente y el estudiante han sido los objetivos de un trayecto heroico que 59 años después tiene en mira muchos objetivos por alcanzar, y que ha tenido entre sus grandiosos frutos que miles de egresados se hallan esparcidos por el mundo llevando en su pecho el orgullo de ser uladinos.

 — En 1966 se abrió la Facultad de Humanidad y Educación, dos secciones, una de orientación y una de evaluación educativa. Durante muchísimo tiempo se luchó para traer otras carreras, pero fue muy difícil, hasta 1975 que se decretó, producto de un emplazamiento que hizo Mérida. La universidad fue errante: Estuvo en el edificio Cárdenas, en el liceo Vicente Ávila, en el liceo Ramón J. Velázquez, en la pescadería de Pueblo Nuevo, hasta se tomó la antigua sede del Ministerio de Agricultura y Cría, en la Redoma del Educador. Pero para diversificar las carreras nos exigieron que teníamos que tener 13 espacios propios, y tuvimos que pedirle al gobernador Luis Enrique Mogollón en 1975 la construcción de las nuevas aulas— relató Díaz-.