La Real Sociedad busca un golpe en la mesa ante un Real Madrid
25 de abril de 2024
San Antonio.- A raíz de la fijación del precio del kilo de carne en 41 mil bolívares hace alrededor de dos semanas, este producto de primera necesidad comenzó a escasear en las carnicerías de San Antonio del Táchira, y para los consumidores ahora resulta casi imposible encontrarlo para el consumo diario.
Además de la carne de res, también es difícil conseguir pollo beneficiado, ya que las autoridades de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) han obligado a vender el kilo de este producto al precio regulado.
Para los padres y madres de familia resulta casi imposible conseguir cualquiera de estos alimentos en los establecimientos de San Antonio. Muchas personas madrugan para acudir al mercado municipal, a las diferentes carnicerías que hay en la localidad, pero regresan con las manos vacías porque no encuentran ni carne de res ni pollo.
En algunos establecimientos por momentos solo hay carne de cerdo, milanesa o chuleta, productos que tienen precios exorbitantes.
Son contadas las carnicerías que por momentos tienen carne de res o pollo; y cuando hay existencia de dichos productos, las colas de compradores son significativas y en poco tiempo se agota. Así se observó este miércoles en un establecimiento que tenía carne de res y vendió a precio regulado. El acceso al establecimiento estaba controlado porque mucha gente quería comprar y no era demasiada la existencia. En poco tiempo se agotó la carne.
Trabajadores de una carnicería que se encontraban haciendo limpieza a las neveras, manifestaron que tenían cerca de ocho días sin recibir carne de res. La última vez solo recibieron una vaca, que vendieron en pocas horas a 41 mil bolívares el kilogramo. También recibieron 300 pollos, que vendieron en cuestión de minutos a 24 mil 500 bolívares.
Las carnicerías de San Antonio, en su mayoría, son abastecidas por los mataderos ubicados en Rubio y el sector de Tres Esquinas. Sin embargo, a raíz de la fijación del precio del kilo de carne en 41 mil bolívares la matanza de reses cayó significativamente.
Antes de que el Gobierno y el gremio de ganaderos acordaran ese precio, en San Antonio el kilo de carne de segunda -que es el que vale 41 mil bolívares- costaba 60 mil bolívares o más, mientras que el precio de la carne de primera era mucho más elevado.
Algunos carniceros manifestaron que el kilo de carne en canal lo venían pagando a 35 mil bolívares al proveedor, por lo que no resulta rentable económicamente vender a 41 mil bolívares, pues aseguran que no alcanza ni para cubrir los gastos operativos y pagar al personal que labora en los establecimientos.
Ante la falta de producto para vender, en algunas carnicerías parte del personal ha salido de vacaciones.
Ante la escasez de carne y pollo que se observa en las poblaciones de San Antonio, Ureña, Rubio y también Capacho, la población se está viendo afectada porque debe sustituir dichos productos por otros que son mucho más costosos o simplemente no consumen ese tipo de proteínas.
Algunas personas también han denunciado que algunas carnicerías en las poblaciones fronterizas estarían vendiendo a puerta cerrada, pero solamente a personas que se dedican a llevar carne de contrabando para Colombia, quienes pagan el producto al precio que sea, pues el rentable del negocio del contrabando da para ello.
Los consumidores y la población en general que está sufriendo por encontrar estos productos esenciales en la dieta básica, piden a las autoridades correspondientes que fiscalicen los establecimientos existentes en los municipios del área limítrofe, a fin de que se garantice el abastecimiento a la ciudadanía y se contrarreste el contrabando.
José G. Hernández
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