Para los carniceros, al martirio de los apagones que amenazan tanto sus equipos de trabajo como la conservación de la mercancía ofrecida, se le suma la escasez de la carne de res, que se ha venido traduciendo en alzas históricas en esta semana.
El dólar, la gasolina, las alcabalas y el verano se han puesto de acuerdo para el empuje inflacionario del producto proteínico; no obstante, se pudo ver que los consumidores no se han ausentado de los expendios de San Cristóbal y a muchos el aumento los agarró por sorpresa.
Actualmente. el kilo de solomo, que es carne de primera, promedia los 25 mil pesos por kilo, mientras que la carne de segunda se sitúa en 20 mil pesos por kilogramo, la de guisar o la molida está por los 18 mil pesos por kilo; la costilla era ofertada a 10 mil pesos el kilo, con montos similares para el hígado y la lengua.
Estos son máximos históricos, pues en bolívares la carne de segunda ronda los 28 bolívares. Sin agregar mayores palabras y con un gesto de desconsolación, los carniceros responden al ser cuestionados por el comportamiento de los precios en los próximos días.
En algunas carnicerías, las vitrinas frías ya muestran la merma de existencias; mientras que en otras sus dueños afirmaron extraoficialmente que no van a prescindir del artículo, pues la gente lo sigue pidiendo, aunque en cantidades limitadas, y de inferior calidad.
—El aumento del animal en pie nos obliga a reajustes que sabemos que no son del gusto del cliente, pero nos toca. Sin embargo, la gente está llevando, así sea poca, afirmó el administrador de una carnicería.
Para Jorge Muñoz, el aumento de la carne hace parte de un paquete inflacionario al cual también hay que agregar otros rubros más que este fin de semana remontaron. Y no solo en San Cristóbal ocurre la remontada de los precios de la carne, pues en otros municipios se reportan mayores incrementos.
—Fíjese, ya el kilo de tomate se ubica en 5 mil pesos, y el café, pare de contar, ni ganando en dólares, ni ganando en pesos. ¿Y quién para eso? La carne subió, pero de todas maneras uno debe encontrar la manera de suministrar la proteína a nuestra familia, afirmó Muñoz.
La más reciente declaración de representantes de la Federación Nacional de Ganaderos, Fedenaga, el promedio del consumo de carne al año en Venezuela está en 8 kilos 500 gramos, es decir, menos de un kilo diario, muy por debajo del promedio mundial, que era de 43,9 kilogramos por año.
Por su parte, Fedeagro manifestó su queja por el excesivo número de puestos de vigilancia que tienen que sortear para llevar los productos de extracción agropecuaria al consumidor final.
Freddy Omar Durán