Las largas horas de racionamiento de energía eléctrica, además de las constantes fluctuaciones del fluido eléctrico, constituyen una gran limitante para los habitantes del sur del Táchira, sobre todo para quienes de manera obligatoria necesitan el referido servicio al momento de ejercer su profesión.
En este particular, los técnicos en computadoras, celulares y artefactos electrodomésticos, así como metalúrgicos, electricistas automotrices, costureros, entre otros, coinciden en afirmar que estos últimos días, en los que la falla del citado servicio se ha agudizado, se han traducido para ellos en grandes pérdidas económicas y de tiempo, sin contar a quienes se les ha dañado algún instrumento de trabajo.
Néstor Lizcano repara televisores y equipos de sonido, junto con su hermano, en un local ubicado en la urbanización Renato Laporta, de El Piñal. Debido a la grave situación del servicio eléctrico, explica que en los últimos ocho días solo ha podido trabajar dos.
«En los últimos meses, las reparaciones han mermado, pues las familias, en vez de mandar a reparar un televisor, por ejemplo, prefieren adquirir alimentos. Por otra parte, con las fallas de la luz no podemos trabajar, pues para usar nuestros equipos, como soldadores de estaño o el cautín, las lámparas con las que examinamos las placas y otros, debemos contar con un fluido constante y si no tenemos estabilizador, es peor. Así pues, imagínese cómo sigue uno adelante y consigue los recursos para medio mantener a la familia. Esto está muy difícil con lo del servicio eléctrico y lo peor es que no hay información oficial al respecto, por parte de Corpoelec», comenta Lizcano.
«Me atraso con los clientes»
José Fuentes repara celulares en un local comercial de Naranjales, parroquia Alberto Adriani de la referida jurisdicción. Frente al panorama que se vive con respecto a las fallas del servicio eléctrico en la zona sur del Táchira, precisa que para su trabajo ha constituido un duro golpe, pues al atrasarse con la entrega de las reparaciones, en algunas ocasiones los clientes llevan sus equipos a aquellos lugares donde se cuenta con plantas eléctricas.
«Como es normal, los clientes quieren que se les reparen sus equipos en el menor tiempo posible, pues estos constituyen su medio de comunicación e incluso para cumplir con obligaciones escolares, pero con estas fallas no siempre esto es posible, por lo que a veces se los llevan, lo que para mí es una entrada menos y hasta un cliente menos, lo que golpea mi bolsillo, pues además de mis gastos familiares, me toca pagar alquiler»
Ante esta problemática, el clamor de los habitantes de estas poblaciones de la llamada “Puerta del llano” es que la empresa lleve a cabo las preparaciones pertinentes para de este modo contar con un servicio eficiente, o que publique los cronogramas de distribución de cargas, para de este modo tomar las previsiones del caso.
Raúl Márquez