Regional

Funcionarios de Protección Civil orientaron a los devotos en Táriba

16 de agosto de 2020

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El grupo de ocho funcionarios permaneció atento y orientó a los devotos sobre el distanciamiento social como medida preventiva contra la covid-19. Trabajo en colectivo junto a efectivos de la Policía Nacional Bolivariana y de la Policía del estado Táchira

José Luis Guerrero

Funcionarios de Protección Civil del municipio Cárdenas, bajo la dirección de Ángela Higuera, permanecieron desplegados en las inmediaciones de la basílica de Táriba y la plaza Bolívar, atentos ante cualquier imprevisto de salud de parte de las personas que, a pesar de estar prohibido, peregrinaron este sábado 15 de agosto a la basílica de la Virgen de la Consolación.

“Pese a la prohibición de no peregrinar hacia la basílica de Táriba, muchas personas han venido desde San Cristóbal y otros lugares a pagar promesas, a traer flores a la virgen, a saludarla, a demostrar su fe, y lo han hecho de manera ordenada, con distanciamiento social. Pasadas las dos de la tarde, no se había registrado, gracias a Dios, ningún incidente”, respondió Higuera acompañada con parte de su equipo de trabajo.

Muchos llegaron a las puertas de la basílica a pagar una promesa. (Foto/JLG)

Precisó que las personas llegan al templo donde cumplen con el ritual de la oración, permanecen entre cinco y veinte minutos, luego se retiran.

“Se quedan otro rato por lo alrededores de la plaza o las ventas de los dulces y retornan a sus casas. Aquí no hay misas, ni acto alguno. Es la fe de un pueblo que se impone en tiempos de pandemia”, dijo.

Pago de promesas

Es tradición que los creyentes en la Virgen de la Consolación acudan al templo a pagar promesas, como lo hizo Nathaly Ramírez, quien desde hace cinco años viene desde el 23 de Enero con su hija Victoria Arteaga a agradecer por la salud de la pequeña.

Nathaly Ramírez, junto a su hija Victoria Arteaga, de cinco años, luego de pagar la promesa. (Foto/JLG)

“Yo le pedí a Virgen poder quedar embarazada y que fuera una niña sana. Le prometí venir durante siete años a su templo en señal de agradecimiento con mi hija vestida como una virgen. Salí embarazada, fue un embarazo normal y nació una niña. Mi hija está sana, es una niña feliz. No hemos tenido ningún percance. Es la fe, es mi creencia en la Virgen”, dijo junto a la pequeña Victoria, quien vestía el traje que representa en nuestra cultura a madre de Jesús.

Otra devota, Victoria Chacón, al terminar de rezar el rosario, contemplaba la llegada de personas a las puertas del templo. “He venido desde los 12 años y ahora tengo 65. Es una devoción a la Virgen de muchos años. Es milagrosa, uno siente su presencia en este acto de fe. Pese a la pandemia, se hizo el esfuerzo por venir y rezar a los pies de su templo”, dijo muy emocionada.

Marcos Moncada llegó a la iglesia desde Cordero. Dijo que como todos los años caminó junto a otros parientes para llegar a la iglesia. “Uno se siente extraño porque el templo está cerrado. Yo sé que es por el coronavirus, pero debieron dejar la réplica de la imagen para uno verla de cerca. No es lo mismo, es una celebración muy diferentes, pero lo más importante es nuestra fe”, expresó al recordar que paga una promesa por la salud de su hijo quien superó una enfermedad terminal.