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Los feligreses se mantienen en continua oración frente a la imagen de la Virgen que empezó a derramar lágrimas el pasado lunes. El salón comunal está abierto desde tempranas horas de la mañana
Los feligreses de San Antonio del Táchira se encuentran a la espera de la postura de la Iglesia católica en torno a la imagen de la Virgen de la Dolorosa, la cual, de acuerdo con testimonios de vecinos, empezó a llorar el pasado lunes, en horas de la tarde, en el salón comunal de la urbanización Libertadores de América.
“Hay que esperar la voz oficial, la del obispo de la Diócesis de San Cristóbal, monseñor Mario Moronta”, explicó este miércoles el párroco de la Basílica Menor San Antonio de Padua, Reinaldo Contreras, en su primera visita a la Virgen, luego de que se difundiera que estaba derramando lágrimas.
El representante de la Iglesia en la ciudad fronteriza precisó que el obispo es quien debe determinar el proceso a seguir. “Pudiera tratarse de algo natural o sobrenatural”, dijo frente a devotos que se hallaban orando ante la Dolorosa. -Lo más seguro, apuntó, es que se inicie con un estudio científico-.
Contreras no quiso dar más impresiones al respecto, pues dejó claro que las directrices las estaría dando el obispo, a quien le corresponde actuar en estos casos. “Ayer subí a San Cristóbal, pero no pude hablar con él (monseñor Moronta), debido a que se encontraba fuera de la ciudad”, manifestó.
Mientras tanto, miles de ciudadanos, algunos creyentes y otros empujados por la mera curiosidad, siguen acercándose al lugar; incluso ha habido presencia de personas del vecino país, quienes, al enterarse del caso, no han dudado en cruzar el puente para ser testigos de este evento religioso
La vigilia no cesa
Los vecinos del lugar, junto al Consejo Comunal y miembros marianos, siguen en constante vigilia desde el lunes. “Ayer, en la noche, la Virgen volvió a llorar”, aseguró Alberto Sánchez, del Consejo Comunal de Libertadores de América.
Sánchez recordó que, gracias a la organización de la comunidad, el salón ha sido el centro de varios eventos católicos, contando con el apoyo del padre Contreras. “Fue la señora Nubia Méndez quien se percató que la Virgen lloraba, en el momento en el que procedía a guardarla. A partir de allí, llamamos testigos y la información, al instante, se expandió por todos lados”, evocó.
“Mientras la Iglesia toma la decisión con respecto a qué va a pasar con la Dolorosa, el salón seguirá abierto para quienes deseen acercarse. Ya la Virgen no es de la comunidad, sino del pueblo de San Antonio del Táchira”, aclaró, al tiempo que señaló: “la imagen nunca está sola. A toda hora hay gente, entrando y saliendo”.
Jonathan Maldonado
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