Regional

La plaza Miranda no recibe el mínimo mantenimiento

22 de enero de 2020

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Los depósitos de desechos cada día afectan más a la plaza Miranda. (Foto/Tulia Buriticá)

La basura envuelve todos los rincones de la plaza Miranda, en La Concordia. Por todas sus entradas, los transeúntes son recibidos por los desperdicios, que no terminan de entender por qué este recinto lo dejaron arropar por el abandono, sin que a las autoridades competentes les afecte.

La hojarasca es mucha, está repartida por toda la plaza y esto es señal de que la plaza tiene mucho tiempo que no la barren; sentarse en una de sus bancas sirve para ser testigo de que el abandono es total en este recinto, que ya no es visitado por niños o adolescentes, ni gente de la tercera edad.

Uno de los vendedores informales de esta plaza precisó que este lugar lo han convertido en un basurero desde hace mucho tiempo. “Vienen gente que uno no conoce y sin ningún tipo de vergüenza lanzan la basura; esto lo hacen todos los días, no les importa nada, lanzan comida dañada, ropa vieja, cajas, papeles de todo tipo y hasta cauchos; creo que los traen de su casa y no encuentran mejor lugar para dejarlos que esta plaza”.

Dijo que también depositan la basura en esta plaza algunos vecinos, no todos, mala práctica que debe corregirse, para el bien de todos.

Detrás de la estatura del general Francisco de Miranda, a la vista de todos, yace un montón importante de basura, que tiene tiempo allí y cada día está más grande; no obstante, también en los alrededores de las raíces de los árboles hay mucha acumulación de desechos, zona delimitada por las bancas, es decir, que quien decida sentarse, lo primero que apreciará será la basura, contaminación de días, lo cual no es nada bueno para la salud.

Una señora que llegó a vender en esta plaza en el 2003 precisó que está preocupada por la acumulación de tanta basura. “No la limpian desde que anunciaron con bombos y platillos la campaña de limpieza en las plazas; lo único que yo puede hacer es mantener limpio el lugar donde vendo todos los días; más no puedo”.

Deberían acordarse de la plaza Miranda, sitio que durante muchos años recibió una atención especial por parte de sus vecinos, que cuidaban de manera particular las zonas verdes, pero con el transcurrir del tiempo todo cambió, quizá por la situación económica, y se cansaron.

Hoy prácticamente la plaza Miranda está sin alumbrado, apenas llega luz a un solo poste, es decir, que en la noche siempre está en tinieblas, y a esto debe sumarse la inseguridad, a cualquier hora del día, sobre todo en la parte central o bien en la parte de abajo, hacia la prolongación de la Quinta avenida, contó Mercedes Pineda, quien todos los días pasa por este lugar.

“Distraen a la gente y de repente le quitan cualquier objeto valioso y salen corriendo; todos los transeúntes deben estar atentos”, advirtió.

Muchos indigentes

A esto debe sumarse la cantidad de indigentes que reposan y duermen aquí, a cualquier hora del día; “algunos son de cuidado -hay uno que pide café, luego lo lanza al piso y comienza a ponerse agresivo-. No es fácil estar aquí, pero la necesidad obliga; uno trata de estar tranquilo y no buscar problemas. “Uno los conoce y en muchas oportunidades hay que hacerse el loco para poder trabajar y llevar algo de comida al hogar”.

Nancy Porras